“Esta moto impone, un gran bloque al centro, un manillar ancho con un faro y tanque alargado, no sé qué me llama más la atención, esas líneas blancas, el bóxer gigante, su doble escape con forma de aleta, mi cabeza en este momento es un enredo”
Hola amigos de Moto Ruta México, como siempre es para mí un gran, gran placer estar redactando estas líneas, hoy es turno de hablar acerca de la nueva BMW R 18 First Edition, una moto que vimos a la distancia en los Motorrad Days 2020, era apenas un concepto, sin embargo ya casi podíamos estar viendo el producto final, la pandemia atraso un poco los planes de conocerla pero finalmente le hemos podido echar mano, acompáñenos y descubran como nos fue en el camino.
Espero que las fotos hagan justicia a tan imponente obra de arte, en vivo esta moto es otra cosa.
Es una moto que mantiene proporciones que se pueden ver algo extrañas, sin embargo, hay detalles que son muy cautivadores. Encontramos un acabado tipo piano sobre la pintura negra acompañada de unas rayas blancas brillantes que hacen una estupenda combinación, una manera sutil de demostrar la clase en esta moto.
Un eje de transmisión expuesto. El escape extraño, casi vintage, sacado directamente de una obra arte déco es majestuoso, casi real.
A pesar de todo el esfuerzo en que una moto luzca así de bien encontramos señales de tecnología y modernidad, desde el disipador de calor que asoma por la parte posterior del cubo de los faros hasta el tablero de distribución.
Y el enfriador de aceite es obvio, incluso si es necesario. Aquí imaginen a una persona mayor que se echa el sombrero hacia atrás, cruza las manos y deja escapar un suspiro, ese soy yo ahora mismo.
Lo primero que sientes al prender la moto es el giro del cigüeñal longitudinal, poner en marcha los dos cilindros de 901 cc hacen que la moto se incline hacia su lado izquierdo, lo mismo pasa cuando abres gas de más, es increíble que este diseño de dos cilindros opuestos este perfectamente equilibrados, bien ahí por el trabajo de los ingenieros mecánicos.
Tocando un poco el tema de los tres modos de manejo que estos recaen en el mapeo del acelerador y ajustan la acción del control de tracción vemos inicialmente al “Roll” es la configuración estándar ideal para carretera, este modo fue el predominante en las curvas de las 3 huastecas, incluye uno más agresivo el “Rock” este lo aplicamos en la autopista y nos ayudó a conservar una velocidad crucero de 180km/hr, del consumo de gasolina no hablamos, finalmente encontramos el modo “Rain” que para nuestra sorpresa pudimos probarlo cerca de 80km de lluvia moderada a intensa, con asfalto recién mojado y otro ya bien lavado, tratar de frenar esta gran moto en lluvia es tema aparte y ojo, no es que la moto no frene sino que los pesos y tratamientos propios de la física juegan en otro sentido, ya platicaremos en forma de que tan bien frena la R18. Regresando al modo Rain este prácticamente doma la potencia y aumenta parámetros de seguridad (ABS y tracción) y esto se agradece sobre todo en nuestros caminos.
Cada uno de estos modos entrega una moto diferente, se agradece tener este apartado tecnológico, pero siendo sinceros no pasaría nada si incluso solo incorporara dos o ninguno de ellos, esta moto se disfruta en muchos sentidos.
Algo que le sienta muy bien y no solo recae en el diseño sino en su manejo es el no tener llantas excesivamente anchas, esto ayuda considerablemente al manejo, tanto en curvas como en el propio giro de la moto, en la parte trasera encontramos una 180, tamaño típico ni más ni menos y a la parte delantera una 120, esto le da un manejo fiable, agradable y neutral.
Imaginen un piloto poco experimentado en curvas, ahora súbanlo a una moto larga y pesada, el resultado es tener un miedo constante entre curva y curva de ir rosando los estribos, la moto no es “baja” tiene buena altura del suelo al motor pero hay partes donde el propio movimiento, inclinaciones y pasos hacen que puedas pensar que rosas con una facilidad, la verdad es que debe de inclinarse mucho para rosar los escapes.
La posición de conducción puede resultar algo “apretada” esto dependiendo que tan alto seas, que tan largas son tus piernas, el asiento de la R18 es bajo, ventaja sino mides más de 168 cm tienes un espacio considerable para tus rodillas algo así como unos 61cm del asiento a los posa pies.
Conforme al calor que pueda producir un gran motor como este, la realidad es que no se nota, salvo ciertas circunstancias de excesivo tráfico y este es muy moderado a comparación de otras de similar tamaño, BMW fabrico un enorme y llamativo motor, este va pegado a tus piernas, tal vez porque es enfriado por aceite o por la buena ingeniera que nos tienen acostumbrados los alemanes pero por alguna razón no sientes ese repentino calor que quema tu pierna o ese golpe de calor que se mete en tu casto, en esta moto no señor.
La tarea de frenar a la R18 corre a cargo de Brembo, puede que para algunos “próceres” del motociclismo, de esos que están muy acostumbrados a los frenos de una Ducati o alguna R1, cosas así digan que “No frena” a la primera de cambios la van a devolver, la realidad es otra. La potencia que se necesita para frenar todos estos componentes de Rock & Roll es adecuado a sus dimensiones y pesos, si, la palanca de freno la tienes que accionar con fuerza, sus dobles discos de 300 mm con dos pinzas de cuatro pistones te están frenando en cuestión de segundos, puedes sentir que por un momento (muy breve) la moto no frena, que se sigue, pero vamos, es parte de la esencia de esta moto, sobra decir que acciones un 70-30 en tu frenada y la única pinza de cuatro pistones del disco trasero de 300mm van hacer que te frenes con toda seguridad. ¿Quieres saber qué es una moto que no frena? te presto mi Yamaha Seca 750 XJ de 1981.
Es una moto fácil de manejar y el secreto está en su empuje, R18 de 91 CV parece poco para una moto de 1802cc sin embargo es en el torque donde está la belleza, 158 Nm a unas 3000 rpm, este bóxer tendrá un giro continuo muy, muy, muy típico de un motor bóxer. Encontraras una moto divertida de acelerar, al encenderla seras testigo de algo de temblores, pero en cuanto te des cuenta iras muy rápido y ya no será necesario seguir acelerando, después de todo, el enorme embrague seco de un solo plato se encarga de tener la receba básica de BMW (usada durante décadas) y es gracias a esto que tienen una moto que se siente sólida y fluida al montarla.
Ahora hablemos un poco de lo que fue la ruta arriba de esta R18.
¿A dónde ir? ¿Cuantos km rodar? Sierra Gorda, Monterrey, Veracruz ¿A dónde apunta la flecha?
¿Cual sera la ruta que le sienta mejor a esta moto? Uf, muchas interrogantes sin embargo solo hay una constante, salir a rodar hasta decir basta.
Todo hace indicar que visitaremos la Sierra Gorda de Querétaro llegar a Jalpan y luego? Subimos a CD. Valles, seguimos a Xilitla, no quería que solo quedara en Sierra Gorda así que vino a la mente una ruta que hice en una de las primera reuniones del sitio, rodaríamos con esta R18 las tres huastecas, viajar a través de las sierras de Querétaro, San Luis Potosí e Hidalgo, no tarde en compartir mi plan de ruta con algunos amigos, como casi siempre pasa este tipo de rutas no es para todos, mi buen amigo Panchito sin rechistar me dijo “jalo”
Vamos a rodar cerca de 500km de curvas de todo tipo, las tradicionales curvas de la sierra Gorda con sus diversos climas, esas curvas donde le aprendimos el gusto a esto de rodar hasta desfallecer, la parte de Jalpan a Xilitla otro muy buen tramo entre montañas y curvas que siguen exigiendo de la técnica del piloto y ya como última parte Xilitla – Ixmiquilpan la transición de S.L.P a Hidalgo, una ruta que sera la segunda vez que pase y de la cual tengo muy pocos recuerdos, cuando la pase lo hice lo más rápido, simplemente pase por esta ruta.
Es una mañana despejada, no hay señal de lluvia, el clima para la hora es templado, no hace frió, todo indica que sera un buen día para rodar.
Los primeros 120 km son prácticamente de reconocimiento, me interesa saber el consumo de esta R18, de entrada es una moto cómoda, no necesitas llevarla a altas rpm para ir a una buena velocidad crucero (135 km/hr) el compuesto de sus llantas se agarra bien al asfalto, es cuando abres gas de más que toda la moto se va de lado, una sensación extraña, este detalle atiende a su torque y naturaleza del gran bóxer que traemos entre piernas.
Ya a unos 168 km de distancia, en Tequisquiapan para ser precisos es donde haré mi primera parada, cargare gasolina, ver que todo este en orden y esperar al buen Panchito que viene a paso de Yamaha FZ16.
La mañana ya no es tan joven, ya casi estamos por llegar al medio día, nuevamente en esta ruta la constante sera rodar, no hay prisas (va conmigo una FZ16) quiero disfrutar de la ruta y de esta R18 que tenia muchas, muchas ganas de rodar, antes de entrar a las curvas de la SG, voy haciendo un pequeño recuento de lo significa esta moto, desde verla por primera vez un año y meses atrás hasta este punto donde me encuentro arriba de tan excelsa maquina, mi cuerpo va registrando imperfecciones del camino y como se transmiten a mi espalda, caderas y hombros, cada que acelero disfruto la potencia de su motor, el poder ir jugando con el acelerador y sentir como te mueve hacia la izquierda, ya en Vizarron me enfrento a mi mayor temor, que el peso de la moto me gane y este origine una caída por mi falta de pericia para controlar la moto en un terreno para el cual no esta hecha, gracias a su poca discanta entre el suelo y su asiento es fácil controlar la moto, sin embargo un acelero de más entre el pavimento de piedras de mármol, lijadas y ya suaves por el paso de los autos, junto con el sistema de tracción y peso de la moto hacen que un paso de menos de 200 metros se convierta en una verdadera proeza para este piloto en su intento de no terminar levantando un billete de 100 pesos (pocos sabrán de que hablo)
Vamos cuidando de no rosar las cabezas de ese gran bóxer, eso desde la perspectiva del conductor, porque en la practica todavía nos faltan muchos cm para apenas y rosar el escape (seria lo primero en pegar)
Esta ruta la rodé por primera vez a finales del 2008, arriba de una Suzuki GN125H muchas cosas, motos y km han pasado desde aquella vez, fue mi primera ruta “grande” la primera que enfrento varios temores como si su motor aguantaría (me canse primero) si me caería en una curva y saldría disparado al voladero (ni siquiera iba tan rápido) hoy que lo pienso, que he pasado por eso, sé que era una ruta sencilla, pero en el momento es el mismo sentimiento que tengo ahora mismo al pensar en rodar hacia la Patagonia.
¿Es una buena ruta la Sierra Gorda?
Si, lo es y no porque le guarde un cariño especial, simplemente es una ruta que impone, desde el trazado de sus curvas, paisajes y uno que otro rebase que tendrás que hacer a ciegas (salto de fe) sin embargo donde en verdad esta su verdadera belleza es cuando la ruedas con una doble propósito, si bien en últimos años sus caminos se han visto saturados de rallys y nuevos motociclistas el poder ir entre semana y rodar sin dejar rastro por sus caminos de terraceria es otro gran plus, por carretera cualquiera lo hace en su 125cc.
Acelero y la sensación es muy satisfactoria, puedes sentir como jala el torque a la izquierda, a pesar del sistema de tracción cuando das gas de más tu llanta trasera derrapa levemente e inmediatamente entra el asistente, el amplio manillar y sus destellos en una constante a la vista (POV) mi compañero de ruta batalla un poco en las pendientes, no sé puede pedir más yo voy tranquilo incluso en algunos momentos siento la presión entre curva y curva, los primeros 34km de estas voy algo nerviosos, midiendo, evaluando, conociendo la dinámica de la moto, el camino tiene una linea de lo que probablemente sea aceite y de momentos hay que estar muy al pendiente.
En algunos tramos noto como a mi compañero de ruta ya le queda chica su moto, sobre todo en las pendientes y al hacer unos rebases, es todo un arte esto de rodar en baja cilindrada, quieres rebasar debes de encontrar un buen espacio, llevar la moto a su potencia máxima y hacer todo rápido sin quitar la vista de lo que pueda salir de pronto, sumen esto a ir en subida, peso del piloto, equipaje y un motor con nomás de 12.5 HP, si, lo sé no es algo fácil de hacer.
En cambio rebasar en esta 1800 solo es encontrar el espacio indicado, acelerar y divertirte, obvio también debes de tener un margen de maniobra por cualquier cosa que salga en sentido contrario.
La Sierra Gorda esta terminando llevamos un paso no tan rápido pero si muy constante (la magia de la baja cc) decidimos parar a comer en Pinal de Amoles, aprovechamos para estirar pierna, pasar al baño, evaluar como va la ruta y consumir algo de la localidad.
Entre la comida y rodar de Pinal a Jalpán nos llevamos cerca de 2 hrs y media, de alguna manera el tramo entre Jalpán y Xilitla podríamos considerarlo como de “tramite” esto obvio no quiere decir que sera sencillo, de primera notamos un camino que nos lleva atravesar por una gran montaña, venimos de un calor seco y agotador, conforme nos adentramos en la montaña el cielo se va cerrando al grado de amenazar con lluvia, nuestro cuerpo se refresca un poco, el anhelo por culminar el primer día sin incidentes esta por alcanzarse.
La R18 gusta kilómetro a kilómetro, es una moto hecha para ese tipo de carreteras “perfectas” de un asfaltado de 1er mundo, lamentablemente para nuestros caminos se le demanda más de la cuenta, es grato saber que la R18 puede con este paquete, al menos hasta ahora, 400km de ruta mas de la mitad de esos km en curvas, rebases, paisajes y buenos momentos esta moto esta resultando la mejor del momento para andar rodando por nuestro hermoso, majestuoso y grandioso país.
El primer día nos entrego más de 400 km abordo de la R18, una ruta que debes de hacer, ya viste que no importa en que o cómo, simplemente la tienes que hacer, pasamos a poner nuestras tiendas, colchones y acomodar las cosas para descansar, después de esto pedimos algo de comer, una torta de pierna y agua de horchata, de esas comidas de las que no esperas nada y son todo.
Eso de acampar y andar rodando se vuelve una experiencia grata, te vas dejando de las comodidades de un cuarto de hotel, de un aire acondicionado del auto, en fin te deja viajar a un nivel más simple (hasta cierto punto) sinceramente nos falto prender algo de fuego, pudimos ponernos al corriente en algunos temas, esas charlas después de rodar también son muy importantes, se afianzan ciertos lazos, se alimenta la amistad y se conoce más del compañero en cuestión, cierto es que cuando ruedas solo esto tiene algunas ventajas, pero cuando lo haces con un buen amigo esas ventajas se duplican, gracias por salir a rodar Panchito.
La noche nos arrullo con una lluvia fuerte, desde agosto del año pasado (última vez que acampamos en viaje de motos) que no me tocaba dormir de esta forma, ahora no pase frío, mi casa no sufrió por el aire o por agua en exceso, me da algo de frío pero solo tengo que extender mi saco de dormir y asunto arreglado, fue una noche de esas que a pesar de los ruidos de los vecinos que llegaron en la madrugada, a pesar de esos detalles pude descansar, recargue pilas como hace tiempo no lo hacía, ventaja de rodar km como si esto se fuera a terminar.
Día dos regresemos a casa.
Es tiempo de regresar, si ya sé que no damos tiempo para el “turismo” en todo este tiempo algo he aprendido, tenemos un vasto territorio, no hay mejor forma de conocer tu país que tomando tu moto y poniéndote a rodar, no me mal entiendas, conocer a la gente de sus pueblos, municipios, estados, todo eso que pasamos es la cereza del pastel, pero está rodada se trataba de rodar, si hubiéramos podido hacerlo habríamos hecho esta ruta en un día, sin embargo había tiempo y fue una buena opción tomarnos 2 días.
Tengo unos pocos recuerdos de esta ruta, la hice por primera vez en 2015 arriba de una Yamaha Ténéré 250, recuerdo que iba algo enfermo y que solo pare a cargar gasolina y a unas 2 o 3 fotos, tenía dificultades para respirar, dolor de cabeza y molestias en la garganta, era una ruta desconocida, solo sabía que venían curvas y una que otra imagen vía Google Maps, a pesar de mis malestares y solo pensar en llegar a casa, quede asombrado por esta ruta llena de curvas, de todos tipos, los climas, el poder ver a lo lejos en la montaña el camino y cuando estaba en ese camino voltear atrás y ver por el camino que venía, curvas con paisajes naturales que aparentemente aun no tocaban las manos humanas, una ruta que a pesar de hacerla en diciembre lucia completamente verde en algunas partes de la misma.
Hoy no voy enfermo, no siento ningún malestar, voy acompañado por un buen amigo y solo queda refrescar esos recuerdos buenos que tengo de la ruta, registrar lo mejor que pueda la ruta, ir recordando los poblados y disfrutar arriba de la R18 estos kilómetros de curvas de buen nivel y técnica.
Son las 08:45 voy sufriendo con el peso de la R18, su sistema de tracción y un camino para el cual no se diseñó esta grandiosa moto, gracias a la lluvia de la noche el camino es muy resbaladizo patinar es fácil, por si fuera poco hay piedras pulidas por el trafico local y entre el lodo estoy perdiendo el control de la R18, por un momento la moto se fue a un lado, brinco, entra el sistema de tracción, pude ver a unas personas que no podían dar cuenta de lo que veían, seguro pensaron que en cualquier momento iba a caer y no es que fuera tan rápido, simplemente estaba por caer, solo pude apretar levemente mi freno trasero, controlar todos esos kg de la R18 dirigir mi mirada a donde quería ir, parece que funciono ¿Qué estoy haciendo aquí con esta moto?
Regresemos al asfalto que es donde mejor se siente esta R18, antes de comenzar nuestra larga jornada buscaremos donde desayunar y planear bien la estrategia para rodar y lograr el objetivo del día de hoy.
Por delante quedan 256 km de curva un cielo entre cerrado y el calor típico de la zona, la R18 está demostrando que es una moto sólida, por algunos momentos, mientras aceleramos de más la llanta trasera se muestra nerviosa y patina, inmediatamente entran las asistencias y no hay drama, todo es felicidad, todo va viento en popa.
Por alguna extraña razón, sigue pasando que los puntos se van acortando, recuerdo que me había llevado más tiempo rodarlos, seguramente era por el malestar, ser la primera vez que lo rodaba, hoy todo es diferente, para algunos parecería que es complejo rodar con una moto 13 veces más pequeña en motor, no lo niego en algunas partes agradezco que el piloto que va delante de mí no traiga más motor, en algunos tramos me cuesta trabajo seguir el paso, el menor peso de la FZ16 y el buen ritmo que trae Panchito hace que exija de más en habilidad para domar los 1803cc de la R18.
Pasando Tamazunchale, nos encontramos a una camioneta que va algo “rápido” para el tipo de camino y carga, decido pegarme y aprovechar que va rebasando, se ve que conoce el camino mejor que yo y ayuda que voy recordando pequeños lugares donde se podía rebasar, sin darme cuenta rebaso a la camioneta “rápida” no sé dónde se ha quedado Panchito, después de rodar 598km encuentro confianza para ir más rápido en las curvas.
La llanta trasera ya no viene haciendo cosas raras, cada km que pasa me incorporo más al estilo de la R18, la llevo a un ritmo más acelerado, este demanda de mayor capacidad de atención en las curvas, aplicar bien sus frenos, bajar velocidad, tomar la curva adecuadamente, acelerar a mitad de ella y repetir todos los pasos, hasta este punto de la rodada estoy conociendo de otro modo las capacidades de esta moto que he denominado “una gran moto” y no hablamos de su tamaño, hablamos de todo lo que hace posible que se mueva, que vibre, que frene, que nos mantenga en carretera, entre curva y curva, kilometro a kilometro estamos, mutuamente sacándonos lo mejor de nosotros.
Todo va en su respectivo orden, el camino ya cambio estamos ante un asfalto sumamente dañado, una carretera llena de hoyos, que han sido tapados y que nuevamente el paso del tráfico pesado ha dañado, la suspensión de la R18 viene resintiendo y nos deja ver que esta moto no está hecha para estos caminos (uno de los peores) y es una lástima pues la ruta es panorámica por muchos sentidos, seria perfecta si su asfalto estuviera en buenas condiciones.
El frenado de la R18 es prolijo, es fácil acelerar y recuperar la velocidad y de pronto ya tienes que frenar ya sea por una curva inesperada o un bache que puede dañar la llanta, aquí podemos tener una disyuntiva entre si la R18 tiene buenos frenos o no, si tomamos en cuenta su peso, el gran bóxer, las dimensiones, en fin todo lo que la constituye, entenderemos que los frenos son ideal para esta moto, de momento quisiéramos que en cuanto tocamos la palanca esta frenara, lo cierto es que hay que oprimir con cierta fuerza y entender el tipo de moto que estamos manejando, insisto no es que no frene, es más no es que tarde en frenar, pero su estructura da esa sensación de no frenado, conforme vas avanzando los km te acoplas y entiendes como funciona y encuentras que los frenos son a lo que nos tiene acostumbrado BMW en calidad y prestaciones.
Sinceramente recuerdo esta ruta de otra forma, y no es que la primera vez la hiciera en una 249cc con 20HP, hoy voy a paso de una 149cc y menos de 13.5HP y en esos finales del 2015 recuerdo una ruta pesada, larga, hoy el contexto es diferente, llevamos un paso rápido, disfrutando entre cada poblado que pasamos y descubriendo a cada km que esta R18 es perfecta para rutas donde el asfalto sea casi perfecto, pero en el contexto de las curvas deja ver un buen aplome, tiene potencia de más para rebases, el consumo de gasolina a pesar de su 1803cc no es problema, un buen balance entre la potencia y su consumo.
De tramite como últimamente lo menciono.
Estamos pasando a la altura de Zimapan, esto es un indicativo de que nos quedan unos cuantos km de curvas, rectas de Ixmiquilpan Hidalgo a la México – Querétaro y posteriormente la ya conocida Palmillas – Acambay – Atlacomulco – Toluca, no hay mucho que contar de este tramo, solo que ya vamos algo cansados y con hambre, paramos a comer y beber algo así como descansar de la jornada de hoy, fueron dos días de ruta, no entramos a conocer los poblados, iglesias o su centro de donde pasamos, queríamos básicamente estar rodando, queríamos hacer eso que tanto nos gusta arriba de las motos, rodar y rodar como si el día de mañana esto ya no fuera posible y es que ante estas condiciones nada está dicho y no sabemos cuándo volvamos a rodar, por mientras aprovechar lo que tenemos y disfrutar al máximo la ruta, esto afortunadamente tiene muchas modalidades lo importante es lo que te llevas al final del día y hoy me he llevado una ruta de ensueño arriba de una gran moto, en compañía de un gran amigo, los paisajes, las curvas, el sonido del motor, el trazado de curvas, la comida y buenas platicas hacen valer todo.
¿Esta R18 para quién es?
Es una moto “dura” suspensiones rígidas, pero con un asiento cómodo, vas a resentir si pasas caminos por el que nos sometimos en Hidalgo, incluso en algunos como del tipo de Valle de Bravo (libre) en definitiva es una moto diseñada para buenos asfaltos, de curvas y frenadas no te preocupes, al inicio da impresión de que rosas el asfalto con el bóxer, pero primero pegarían sus bellas salidas del tubo de escape que el bóxer.
La potencia la encuentras a las 3200 rpm y después de esto ya va a un paso muy rápido, pudimos llegar hasta los 181km/hr y después de esto nos fue imposible seguir subiendo, un parabrisas ayudaría a tener mayor comodidad a esas velocidades.
Un tanque de gasolina oneroso, de entrada puedes verlo y pensar que no es de más de 10, 12 litros, la realidad es que es de esos tanques que engañan para bien y es que sus 16 litros te van a dar una autonomía máxima de 320 km a una velocidad de 90 – 110 km/hr y una mínima de 240km a una velocidad de 125 a 140 km/hr.
Esta es una moto que se distingue por su diseño, sus líneas, su hechura y materiales de construcción, de lo más llamativo ese gran bóxer y la terminación de los tubos de escape, no es de las más cómodas del segmento (suspensión) peri la más bella.
Buenos amigos no me queda más que agradecer por llegar a este punto del relato, no olviden dejar su comentario, dudas, sugerencias, todo es bienvenido, gracias a BMW Motorrad México por todas las atenciones para poder llevar a cabo esta prueba, por la confianza, por los tiempos en fin mil gracias.
Gracias a todos los lectores, suscriptores, amigos, colegas y moto ruteros, sin ustedes esto no tendría sentido, nos vemos en el camino, fuerte abrazo a la distancia.
Saludos a la distancia.
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