Circulamos Torreon32 y yo de Durango a Mazatlán sobre la carretera libre que une ambas ciudades. Cada quien en su DR200. La noche aún dentro del casco se siente solitaria, misteriosa, un tanto incierta y sobre todo fría, muy fría. Vamos entre un bosque de pinos, en ocasiones con paisajes espectaculares que ya viste antes pero en condiciones mucho muy distintas esta ocasión. Pasamos Buenos Aires y de pronto noto una precipitación, pero extrañado noto que es nieve y no lluvia. Hace mucho no la veía y ya no recordaba como era… Aun con nieve (que apenas comenzaba a caer) pasamos por La Ermita sitio de constante presencia militar, donde los soldados encargados del control nos interrogan de nuestro origen, destino y sobre si sentíamos el frío. La respuesta era obvia. Continuamos y algunos metros adelante de este sitio ya no cae nieve pero aún se siente bastante frío. Más adelante (40km aprox.) seguimos circulando por la misma carretera, pero ahora en lugar de nieve a través del casco veo corrientes cálidas de llovizna mezclada con hojas de pinos en forma de remolinos que se dirigen a mí iluminados por el faro de la DR…

Déjame rodar este camino el mejor que he rodado. Una curva, una curva, otra curva, un compañero, una aventura, una tormenta, ¿quien sabrá el valor de esta rodada? ¿quien sabrá? Gira el viento, giran las ruedas, ¡gira el motor! Potencia misteriosa, ¡aceleración! Al soltar mi moto en remolinos, ¡velocidad! Otra curva. Paraíso. Es mi cura. Emoción. Vivir viajando sobre ti, emoción. Vivir viajando sobre ti, emoción

Luego del anterior párrafo (a manera de algunas introducciones que alguna vez ha hecho Almighty para sus relatos) contaré los antecedentes de esta particular rodada. Motoso me dejó un comentario en MotoRutaMexico.com en el relato del viaje al Puente del Tren de Río Chico, donde entre otras cosas me decía “ponte las pilas a contactar gente que le guste salir es mas divertido a ir solo y es mas seguro”. El domingo había salido en la moto a la Presa Guadalupe Victoria, rodada que me supo a poco, me quedé con ganas de más. El lunes empieza como cualquier otro día de trabajo, la rutina. Así que aunque ya tenía mucho tiempo queriendo llevar a cabo el consejo de Motoso, finalmente rompí la desidia y dejé un comentario en la página de Quadheads donde solicitaba información de durangueños con motocicletas similares a la mía. Como respuesta Torreon32 dejó un comentario donde me invitaba a acompañarlo a Mazatlán, saliendo aproximadamente a las 3p.m., ¡de ese mismo día! Así que de la nada, gracias al consejo de un amigo, a la circunstancial rodada del día anterior y al ánimo recibido por ti me decido y apenas salgo del trabajo, me voy rápidamente a mi casa para preparar una pequeña maleta y la ropa que me llevaría y que según yo me protegería del frío…

Ya con todo listo sólo paso a una refaccionaria a comprar focos de repuesto ya que es un hecho que rodaremos buen tramo de noche. Se que Torreon32 viene en camino (a 246km de Durango aprox.) y comienzo a mandarle mensajes, no contesta así que calculando el tiempo de su viaje decido lanzarme a la salida a Torreón para esperarlo. Nos encontramos en la gasolinera Viva Villa, después de una rápida presentación decidimos partir lo antes posible, pues el camino es largo y contamos con poca luz. Iniciamos tomando el periférico desde el 5 de mayo hasta la salida a Mazatlán, en ese corto tramo nos percatamos de que el viento es muy fuerte, así que antes de la caseta de la supercarretera Durango – El Salto decidimos irnos por la libre. Vamos a paso tranquilo, sin detenernos hasta El Salto. Ya en este corto tramo (100km aprox.) se siente algo de frío y llegando a El Salto a recargar gasolina sólo comemos algún bocadillo y rápidamente continuamos ya que nos queda poca luz para el resto del camino y se ve que el frío va a estar bueno.

El tramo donde comienzan a aparecer algunas curvas de las buenas y algunos de los mejores paisajes que ofrece esta carretera, incluyendo esos árboles que parecen salidos de El Retorno del Rey (tercera parte de El Señor de los Anillos), (El Salto – Mexiquillo) lo pasamos rápidamente así que llegamos a Mexiquillo (La Ciudad) con un poco de luz de día y cada vez se siente un frío más fuerte. No nos detenemos y continuamos, en el puerto Buenos Aires y en otros puntos cercanos de este tramo se alcanzan a ver los lejanos cerros que preceden al Espinazo del Diablo y aunque casi no hay luz, esa condición hace que se vean espectaculares. Definitivamente tengo que volver a pasar por esa carretera a una hora similar para mostrarlo, lo siento pero no los puedo describir y la premura por la cercanía del frío no nos permitía darnos el lujo de detenernos. Unos metros antes de llegar a La Ermita, como lo menciono en la introducción, comienza a caernos una nevada, que afortunadamente parece que apenas y está iniciando, lo cual no es tan riesgoso al circular en las motos. Llegamos al puesto de control militar ubicado en La Ermita y los soldados se ve que están pasando bastante frío, así que se da el siguiente diálogo entre el que me interroga y yo:

• ¿De donde vienen?
• De Durango
• ¿Y a donde van?
• A Mazatlán
• ¿Y no tienen frío?
• Pues siiiiii

Y ya, proseguimos el camino, me detengo adelantito del retén y todavía le pregunto a Torreon32 si es nieve o no jaja, ya ni tomé foto pues la intención era abandonar lo antes posible ese lugar, ya que desde ahí en delante la carretera comienza a bajar, siendo el clima más cálido y eliminando así el riesgo de pavimento congelado. Si, muchos dirán que hacen falta las fotos de la nieve, pero vaya, ya estaba oscuro, el frío no me animaba mucho a quedarme ahí estático, prefería andar sobre la moto ya que creo que así lo soportaba mejor… Si alguien duda de la presencia de nieve basta consultar la siguiente noticia, donde se narra la intensidad de la tercera tormenta invernal de la temporada y la cual vivimos en carne propia: http://www.elsiglodedurango.com.mx/noticia/246293.caen-nevadas-en-11-municipios-de-durango.html. Debo confesar que mi vestimenta y/o equipación para soportar el frío de este viaje fue insuficiente, una lección más aprendida para la próxima…

Apenas unas curvas adelante de La Ermita la nieve cesó, pero tuvimos algo de aguanieve y llovizna, mi cuerpo ya estaba algo frío (pero seco afortunadamente), aunque a pesar de eso iba disfrutando la sensación única de trazar esas curvas en la oscuridad casi completa, sólo interrumpida por el faro de mi DR y de la otra DR que venía viendo por mis espejos, así como algún vehículo ocasional que nos topábamos de pronto. Así seguimos hasta llegar a El Palmito, donde paramos a tomar un café y así recuperamos un poco del calor que habíamos perdido en los últimos kilómetros. Seguimos y ya en territorio sinaloense se comienza a sentir de nueva cuenta una leve llovizna con un viento que arranca las hojas de los pinos y no se, ante la iluminación de la DR parecían tener forma de remolinos… Además el clima ya se sentía hasta un poco cálido, bastante reconfortante luego del frío que habíamos alcanzado hace algunos minutos.

Hacemos una rápida parada en Concordia y continuamos, ya casi no falta para llegar a Mazatlán. Es de noche, comienzo a sentir un poco la presión de rodar en el tráfico nocturno de una ciudad extraña, afortunadamente es muy distinto a Querétaro y en ningún momento me llego a presionar como aquella ocasión… Llegamos a la casa donde nos quedaríamos a eso de las 11pm y para nuestra mala fortuna no hay llaves, así que luego de una corta espera logramos entrar, dejamos las motos y nos vamos primero a recorrer un corto tramo del malecón y luego a cenar unos EXCELENTES tacos del Tacotorro, ampliamente recomendables, creo se ubican en la Av. Rafael Buelna (la que sale del Valentinos). Regresamos a la casa directo a dormir, si andaba ligeramente cansado y ya traía algo de sueño atrasado, así que me dormí de inmediato. A la mañana siguiente (martes) nos despertamos bastante tarde, luego de los respectivos baños, preparar las cosas, etc. salimos a desayunar unos buenos mariscos en un lugar que me parece se llama El Marlin o algo así, muy buenos por cierto… Cargamos gasolina en la salida de Mazatlán, a partir de ahí nuevamente tomo mi rol delante de Torreon32, avanzamos rumbo a Villa Unión y a la altura del aeropuerto de Mazatlán veo una pareja de ciclistas de esos que recorren grandes distancias, cargando su equipaje en alforjas especiales, los saludo con el cláxon; más adelante veo otra pareja y también los saludo, alcanzo a ver que también me saludan. Algún día, cuando sea más viejo posiblemente haré algún viaje grande en bicicleta, no lo se pero ha de ser una gran experiencia, un contacto más directo con el camino que el que se tiene sobre una moto…

Pasamos Villa Unión, luego nos dirigimos a Concordia y ya en este corto trayecto pudimos observar que las montañas hacia las cuales nos dirigimos están cubiertas de nubes, neblina y posiblemente de nieve. No titubeamos y continuamos rodando, simplemente rodando y aprovechamos el clima cálido del que aún disfrutamos para enfrentar mejor el frío que nos espera más adelante, vaya frío. Apenas subiendo por Santa Lucía ya se comienza a notar la presencia de neblina y esta cada vez se hace más densa, pero aun nos permite circular a velocidades “normales”. Por tramos la neblina se vuelve demasiado densa, al punto que no podemos rodar a más de 20 o 30km/hr, y en algún punto vemos que una camioneta estuvo a punto de salirse de la carretera por la falta de visibilidad, afortunadamente al ir a baja velocidad no se fueron por el desfiladero y como ya hay otros vehículos en su auxilio no nos detenemos y continuamos nuestro camino con todas las precauciones pertinentes. En algún sitio ya no tengo nada de visibilidad, voy limpiando la mica de mi casco por dentro y fuera con los guantes, pero al poco tiempo esto ya no es suficiente, circulo con la mica abierta y esto es peor aún, ya que mis lentes se llenan de humedad y no los puedo limpiar con los guantes, decido pararme para limpiarlos y tomar unas fotos de la neblina en la carretera.

Nos detenemos en El Palmito para tomar un café que nos ayude a recuperar calor antes del paso más elevado y frío de esta carretera. Es increíble como es que llegamos a este sitio y lo encontramos libre de neblina, pero apenas pasan unos minutos y ya está cubierto, aquí unas fotos:

Continuamos nuestro camino por una ligera neblina y ya desde que veníamos subiendo por Santa Lucía el pavimento la mayor parte del tiempo está mojado, lo cual no nos permite inclinar con confianza en las curvas, sólo en algunas contadas que por extrañas razones están libres de humedad. Pasamos por La Ermita y ya se va sintiendo bastante frío, aunque no queda rastro de la nevada de ayer. El pavimento ya está mojado desde aquí en su totalidad, y con el frío que hace no me da confianza para inclinar para nada, la más mínima presencia de hielo significaría una caída segura… Pasamos Mexiquillo (La Ciudad) y ahora si, el frío se siente muy fuerte, pero bueno, la aventura ha sido genial hasta el momento, una experiencia que no esperaba realizar aún. En este punto Torreon32 ya me ha adelantado, como me lo comentó un poco más adelante se cansó un poco de ir a mi tranquilo paso y comenzó a rebasar trailers, automóviles y camionetas, yo iba un poco atrás de el también tratando de rebasar pero ya no podía seguirle el paso. Como fui demasiado tiempo detrás de algunos trailers la mica de mi casco se fue llenando con el agua y tierra que éstos levantaban de la carretera, entonces por momentos mi visibilidad era casi nula, afortunadamente llegué a Lecherías, donde comienza la supercarretera, y el tráfico se desahogó un poco, más adelante en donde se está construyendo un entronque (Arroyo del Agua) me detengo ya con bastante frío, con mis botas mojadas (mi principal causa de frío) y con la intención de limpiar la mica del casco y mis lentes, tomo una fotografía y continuo mi camino encontrando a Torreon32 algunos metros más adelante ya que me estaba esperando. Antes de esta parada obligada habíamos pasado a la altura de la desviación a San Jerónimo un tramo que ya estaba nevado, se veía espectacular la nieve en las faldas de los cerros, pero por la intensa carga de tráfico y la falta de espacio no me detuve a tomar una foto. Se las debo.

Llegamos a El Salto y nos detenemos en una gasolinera, nos tomamos un café en el Oxxo para recuperar calor, cargamos gasolina y continuamos rumbo a Durango, a partir de aquí por la supercarretera. En ella Torreon32 va por delante y como en general la pendiente gobernadora nos favorece las DR van buena parte del tiempo cerca de los 120km/hr, un record al menos para mi DR. Este tramo es en general muy tranquilo y en esta ocasión pudimos gozar de un cielo seminublado iluminado por una luna casi llena. Pasamos la caseta, llegamos a Durango y a la gasolinera donde esperaban a Torreon32 a eso de las 9pm. Nos despedimos, a el aún le faltan otros 246km de regreso a su casa (aunque ya con su DR sobre una camioneta).

Así termina esta gran aventura que horas antes de su inicio no tenía idea de que la haría, por momentos, sobre todo en el tramo de La Ermita a El Salto llegué a arrepentirme por la cantidad de frío que pasé, hace bastantes años que no había pasado tanto. Reconozco que no llevaba el equipo suficiente pero Torreon32 siempre me compartió por ejemplo una máscara térmica, unos carbonos que calientan al contacto con el aire, de regreso un pantalón impermeable. Sin ellos creo hubiera pasado más frío. Al final y justo mientras escribo estas líneas no me arrepiento del viaje que hice, si se vuelve a presentar la oportunidad si lo hago de nuevo, aunque claro, al menos un poco más abrigado. Que mejor manera de cerrar el año que con esta gran rodada y empezando el nuevo compartiendoles esta aventura…

Gracias por la recepción y el té. Sin ti esta rodada no hubiera sido lo mismo, te llevaba conmigo en cada curva, en cada kilómetro. Esta rodada es tuya y mía. Una de las mejores.

Distancia total recorrida: 670km de carretera

Fin