Sacudiéndome el polvo tras un año de ayuno rutero…

Relato enviado por Romo
Solo un instante
Solo un instante

Camaradas de MRM.com, reciban de mi parte los mejores deseos para este 2017 (si ya sé que ya estamos a mitad del segundo mes, pero más vale tarde que nunca), me da gusto el tener la oportunidad de compartirles una nueva aventura en mi nueva moto, nueva para mí, ya que la adquirí de segunda mano.

 El preámbulo

Entrando de lleno a lo que nos compete, pues esta moto la adquirí a finales de Octubre del año pasado y para estrenarla me fui a dar una vueltecita al lugar por excelencia en donde las motos de Romo deben rodar, a Agua Blanca, Hidalgo. Nos fue muy bien, la moto respondió como debe y no presentó ninguna molestia en hacer el recorrido. Después de este viaje se vino el #Durango16 al cual me animé a ir en los últimos días, estaba más puesto que un calcetín pero precisamente al decidirme a pocos días (2 o 3) del día de partida omití llevar la moto al servicio por lo que quise hacer al menos un cambio de aceito yo mismo, al hacer esto (mi primera vez) cometí el error de apretar demasiado uno de los tornillos que aprietan la tapa del filtro de aceite al grado de romperlo, quedando parte de la punta del tornillo metido en la cuerda, esto impedía que sellara completamente y la moto perdiera aceite, esto pasó un día antes de salir rumbo a Durango, así que tuve que cancelar mi participación en medio de un coraje y frustración enorme.

En fin, después de dejar que los expertos solucionaran el problema y teniendo en óptimas condiciones la moto, me dispuse a buscar un destino a corta distancia para apaciguar las ganas de salir a rodar en la moto, ya que como tiene a bien decir Kenno “La Ruta Corta también se hace necesaria”. Así que pensando un buen día recordé que en las vacaciones familiares en Diciembre, que comenzaron en San Miguel de Allende y puebleando terminaron en Chapala, Jalisco, muy cerca de San Miguel,  visité un pobladito llamado Atotonilco, a recomendación del buen amigo Javi, en donde en sus palabras encontraría “la Capilla Sixtina de América Latina”.

Y efectivamente, el santuario de Atotonilco brinda un espectáculo visual que sin importar si eres creyente o no, te permite admirar y disfrutar las pinturas allí plasmadas.

En aquella ocasión, muy cerca del santuario encontré algunos puestos que te ofrecen artesanías con motivos religiosos y allí me topé con un carrito hecho 100% en madera y por manos artesanas mexicanas muy bonito y detallado, me gustó mucho sin embargo dejé pasar la oportunidad de adquirirlo pues el viaje y los gastos apenas comenzaban.

Y pues allí estaba mi pretexto, hay que ir a Atotonilco por ese carrito de madera.

Carrito artesanal
Carrito artesanal
Ford Hecho en México
Ford Hecho en México

Le ejecución

OK, ya tenemos el pretexto, ahora ¿cuándo? ¿Y por dónde?…

Sabemos que ir a San Miguel de Allende no es de lo más divertido del mundo si es que te vas por la autopista México – Querétaro, entonces había que buscar algo alternativo, que lo hiciera más llamativo, así que intenté trazar una ruta alterna y este fue el resultado:

Ruta a Atotonilco…
Ruta a Atotonilco…

Según maps es un total de 359 Kms y un aprox. de 6:45 min, la ruta se ve tranquila, con pocas rectas y algo de curvas y sobre todo quiero pasar al costado de la presa Tepuxtepec a las orillas de Michoacán. Así que ya está, –esta es la ruta– me dije y aprovechando el día extra que nos brindó el primer puente del año decidí hacer el viaje el sábado 04 de febrero.

Un día antes por la noche, revisé la moto, preparé algo de herramienta, impermeable, cámara, gps, música y listo. La hora marcada llega, me despierto minutos antes de las 06:00 horas, no lo niego, me costó un poco salir de la cama, pero bastó un –¡párate cabrón! hoy vas a rodar… -, con ese argumento es fácil levantarse y seguir con los preparativos, ropa caliente debajo de la ropa casual y para evitar el frio decido ponerme el pantalón del impermeable, rodilleras, casco, guantes, pasamontañas, botas y listo a calentar la moto, beso a mi mami que se levantó a despedirme (te quiero ma’) y vámonos…

06:35 estamos saliendo de casa, el primer punto es gasolina, a llenar el tanque con poco más de $180 pesos y de allí el primer objetivo es Villa del Carbón. Recuerdo que por allí hay dos o tres curvas sabrosas y parte del camino te deja ver un buen paisaje, subes y bajas, curva a la derecha, curva a la izquierda, algunas de las curvas si son medio groseras y me obligan a bajar mucho la velocidad, además de que en algunas partes las condiciones del camino no son muy buenas así que hay que transitar con precaución hasta llegar al pueblo mágico, esta vez lo vamos rodear y tomamos el nuevo mini libramiento que hicieron, para agarrar camino hacia Atlacomulco.

Llegando a Pueblo Mágico.
Llegando a Pueblo Mágico.

Son 07:45 y estoy pasando por Villa del carbón, paso por aquel arco donde hace ya un par de años hice esperar a Almighty creo que más de una hora jeje… esos recuerdos me vienen a la mente y me es curioso que aunque ya pasé por aquí en otra ocasión, en mi vieja R15 roja, hay muchas secciones del camino que no reconozco, que mala memoria. Pero bueno, esto me resulta grato pues es como si lo rodara por primera vez y como si todo fuera nuevo. Bajamos y subimos cerros, aunque aquí las curvas ya son más amigables.

Parada técnica.
Parada técnica.
¿Yamaha Lover, dónde?
¿Yamaha Lover, dónde?

A la altura de la presa “el Tigre”, cerca de San Bartolo Morelos, le doy alcance a un grupo de 3 motos, una preciosa Yamaha R6, una Bajaj NS 200 y la otra la verdad que no supe que moto era. Van a un ritmo tranquilo y en formación, por momentos dudo que vengan juntos y también dudo si pasarlos o no, pues me dan un poquito de desconfianza, traigo mi cámara montada en el tanque muy a la vista. Total que en el siguiente poblado, la R6 rebasa al resto dejándolos un poco atrás y yo opté por seguirlo y antes de salir del área poblada este se queda y logro pasarlo siguiendo yo mi camino hasta llegar a Atotonilco en donde decido hacer parada en el mismo lugar de cuando iba rumbo a Pátzcuaro, pero hay algo distinto, junto en el entronque hay un retén de tránsito, mientras estoy viendo como detienen carros al dedazo e intentando elegir el siguiente punto a alcanzar en el GPS ya tengo a 3 pasos a un oficial diciéndome algo,  por los audífonos y la música solo logré entender algo como “estamos deteniendo autos arbitrariamente para sacar para el desayuno”… mmm no, seguro escuché mal y solo me dijo algo de un operativo para detectar autos y motos (casualmente) robados… , el oficial me pidió mis documentos y comenzó la revisión de la moto pero pronto me di cuenta de que este solo estaba simulando a modo de salir bien en la foto que le estaba tomando otro oficial, seguramente como evidencia del operativo, entonces allí está la escena del “poli” posando para la foto disque inspeccionándola… en eso estoy cuando me dan alcance las tres motos que les platiqué, solo los miro pasar ellos me miran y siguen su camino.

Después de hacer como que revisaban mi moto, los oficiales me dan las gracias y se alejan, yo continúo con lo mío y marco el siguiente punto a alcanzar, la Presa de Tepuxtepec. Decido ir hasta este punto por carretera de cuota, llego a la caseta y pago mi peaje, al cruzarla noto a los mismos 3 motociclistas anteriormente mencionados -¿hasta dónde irán?- me pregunto, enseguida me notan y voltean a verme supongo que preguntándose lo mismo, me limito a hacer un pequeño gesto con la cabeza mismo que es correspondido con señas de adiós y continúo mi camino, ya no los volví a ver.

Ya sobre la carretera Federa 15D le sacamos jugo a la R15 hasta la salida justo antes de cruzar la caseta de Conatepec, en donde salgo de la autopista para tomar nuevamente carretera libre un camino poco transitado y de doble sentido. Desde la autopista se logra ver un lago, de hecho está justo a la orilla del camino, ya sobre la carretera libre, lo vuelvo a ver pero a mayor distancia y de pronto veo un camino que podría acercarme más y lo tomo pero realmente no me acerqué como hubiese querido, una pequeña zanja me impide seguir avanzando.

A lo lejos…
A lo lejos…

Regresamos al camino y muy pocos kilómetros más adelante, llego a la presa que era el objetivo próximo, aquí sí puedo meter la moto hasta la orilla sin mayor problema.

¿De pezca?
¿De pesca?
Azul
Azul

Lo que me gusta de los lagos, ríos, presas etc. es la paz en la que se encuentran, todo es calmado, puedes detenerte a pensar o simplemente no hacerlo y solo mirar…

Vacas…
Vacas…

Bueno, pues ya vi la presa y ya puedo continuar, más adelante me daría cuenta de que solo estaba observando un 10% o 20% a lo mucho del tamaño real de la presa pues se extiende por varios kilómetros hacia adelante y hacia “adentro”. Quizá 1 o 2 kilómetros más adelante puedo detenerme en la boca de la presa y a un costado de esta hay una muralla muy grande, pude bajar a pie hasta los cimientos y es realmente imponente.

Muralla
Muralla
Lo que sigue…
Lo que sigue…
Cerca…
Cerca…
Lejos…
Lejos…

Después de estar de mirón por unos minutos decido continuar, me subo a la moto avanzo algunos kilómetros y ahora me detiene otro reten de policías municipales del estado de Michoacán, sigo las indicaciones que me dan, muestro la tarjeta de circulación de la moto y uno de ellos va a una de las camionetas aparentemente a validar los datos vía radio, mientras otro oficial se encarga de hacer todas aquellas preguntas que Kenno ha descrito muy bien en su último relato, las preguntas se transforman en una charla amena hasta que el primer oficial regresa con mi tarjeta y me confirma que todo está en orden y puedo continuar.

Así lo hago hasta el pueblo de Amealco de Bonfil, no sin antes cruzarme con el letrero que me da la bienvenida al estado de Querétaro, tomo la foto de cajón y según ésta, ya son las 11:35, el tiempo se me está pasando muy rápido y empiezo a temer por mi objetivo principal, así que me apresuro a continuar.

Llegando a querétaro…
Llegando a querétaro…

Voy en dirección San Miguel Galindo, pero a medio camino tomo la desviación hacia el pueblo de Huimilpan y caramba, que feo camino me topé, ya no supe si las imperfecciones del camino eran baches o a conciencia habían removido el asfalto pensando en algún día arreglarlo, son aproximadamente 15 kilómetros de terror pues en una moto de ciudad pasar por terrenos con bastante piedra es un poco estresante y por obvias razones mi velocidad promedia entre 40 – 50 kms/h.

Afortunadamente llego al pueblo de Huimilpan sin contratiempos y de aquí en adelante la calidad del camino mejora muchísimo, noto que están construyendo una nueva carretera quizá de allí el descuido de la que acabo de pasar, ni hablar. Aparentemente voy pasando por la “Ruta de las Haciendas” antes de llegar a las orillas de la ciudad de Querétaro. Esta zona de Querétaro parece muy corporativa, es como el Santa Fe de Querétaro, recuerdo que ese día ya al finalizar la jornada, pensé -¿Por qué no se me ocurrió pasar al estadio Corregidora a tomarle una foto a la moto?-, hoy que escribo esto y veo el mapa me doy cuenta que pase muy muy cerca pero nunca lo vi, en fin.

Continúo el camino intentando cruzar la ciudad, que claro, está congestionada y aglomerada, me pierdo un poco, otro poco, –chin, era esa salida-, va de nuevo y después de unos  20 kilómetros de dar vueltas logro tomar la salida a San Miguel de Allende.

Aquí el camino es muy tranquilo, casi recto, acabo de pasar en Diciembre en auto por aquí, así que todo me es muy familiar.

Son las 13:14 y apenas estoy pisando tierra guanajuatense…

Ya casi, ya casi…
Ya casi, ya casi…

Ya es muy tarde y ya empieza a hacer hambre, yo quería llegar al centro de San Miguel a comer algo, sin embargo considero que mis tiempos se están agotando muy rápido así que decido dejarlo para después y me detengo a comer en un lugar a la orilla del camino, justo antes de llegar a la zona poblada de San Miguel. Es un lugar algo rústico, mesas y sillas de madera en un patio techado, cocina de leña, juegos para los niños. Comí bastante rico y lo mejor a la hora de pagar, $50 pesotes el costo de mi excelente comida, doy $20 extras por el servicio y continuamos.

Sigo avanzando hasta llegar a las puertas de San Miguel, aquí noto algo en el “slogan” del “pueblo” que cita: “Un regalo de México para el mundo”, me sorprende lo literal que es, pues como sabemos San Miguel es habitado por un gran porcentaje de extranjeros y ciertamente como lugar turístico no creo que se encuentre al alcance de todos los mexicanos, turísticamente hablando, pues los hoteles, comida y actividades son algo gravosas, entonces sí, se los regalamos. Pero en fin, yo solo estoy de paso…

En las puertas de San Mike…
En las puertas de San Mike…

Llegamos a Atotonilco y sí, está tal cual lo dejé la última vez, me dirijo a aquel puesto en que vi el objetivo de mi viaje, lo compro y vámonos, emprendamos el regreso.

Saliendo de Atotonilco…
Saliendo de Atotonilco…
La ultima y nos vámos…
La ultima y nos vámos…

Ahora el objetivo es pasar a Tequisquiapan a saludar al amigo Javi, así que agarro camino directo a este lugar, ahora sí tomando el libramiento que te evita pasar por Querétaro. Desde que salí de Atotonilco, noté que la reserva de combustible había comenzado a contar los kilómetros, van alrededor de 20. y no le tomo mucha importancia pues, sé que aún tengo un margen aproximado de entre 70-80 kms. Pero a medida de que avanzo y avanzo y no encuentro una gasolinera me comienzo a preocupar, sobre todo cuando caigo en cuenta de que voy por autopista a 110-120 (según velocímetro) y esto me generará un mayor consumo del acostumbrado así que opto por bajar el ritmo a unos 90 kms/h constantes. Llego a la caseta de salida y me tranquilizo al ver el letrero que anuncia una gasolinera a 1 km., al llegar y llenar el tanque con poco más de $190 pesos (que bien surten en esa gas) noto que el TRIP ya marca 451 Kms. -Caramba! que buen rendimiento-. Ya con el tanque lleno me apresuro a llegar a Tequisquiapan, no sin antes pasar un rato medio estresante en este tramo de la México-Querétaro, pues el carril central y el de baja están en malas, malas condiciones, bache tras bache y a eso súmenle que iba en mi motito 150cc entre puro camionero monstruo, pues no fue bonito.

Pero llegamos sin problema a Tequis, antes de llegar al punto de reunión con el buen Javi, me escabullo entre algunos matorrales para llegar a la orilla de la presa Centenario.

A la orilla
A la orilla
Rodadora solitaria
Rodadora solitaria

Son las 17:00 hrs. y estoy aquí contemplando la tranquilidad del agua, escuchando el viento y en eso recibo la llamada de Javi comentándome que está a 3 minutos del punto reunión así que agarro mis cosas y me muevo, no sin antes sudarle un poquito para salir de este punto pues el camino está algo castigado, lo que me hace sentir un movimiento feo en las llantas son pequeños vados de tierra muy fina y floja, pues entre que la llanta delantera se hunde se mueve para donde quiere y saca de onda. Salimos a carretera de nuevo y llegamos con Javi. Se nos viene una plática muy amena y esto provoca que el tiempo se me pase volando y se me venga la noche, así que me tengo que despedir y emprender el camino de regreso a casa.

Me despido del buen Javi y comienzo el regreso, mi camarada Tequisquiapaneco me augura poco tránsito en el resto del camino y afectivamente, me encuentro con una México-Querétaro más tranquila que la de hace un rato y afortunadamente  en mejores condiciones que el tramo anterior, digo tampoco es una maravilla, pero está más conservado.

Ya de noche y en autopista, me propongo llegar sano y salvo a casa así que me privo de la diversión de correr (a paso de 150cc, claro) en esta ocasión y me le pego a una distancia prudente a un autobús que viene en el carril de baja a un promedio de  90-100kms/h,  cuando rebasa también lo hago y me siento cómodo con este acompañamiento, y así transcurre mi camino de regreso a la CDMX, con un tiempo exacto de 2 hrs. desde Tequisquiapan y un total de 667 kilómetros recorridos el día hoy, dándole nuevamente la razón al camarada Kenno que aunque los kilómetros seas pocos, se puede disfrutar bastante.

Gracias por haber leído esta pequeña anécdota, espero los haya entretenido unos minutos y sobre todo que les haya despertado la intención al menos, de ir a rodar por estos lares y obviamente que una vez que lo hagan, nos lo vengan a compartir.

Saludos a todas y todos, nos vemos en el camino…

  Casetas:  $96.00

Gasolina: $370.00

Comida: $70.00

Souvenirs: $500.00

Kilometraje: 667 kms.

13 thoughts on “Sacudiéndome el polvo tras un año de ayuno rutero…

      1. Mi estimadísimo Javi,

        Para mi siempre será muy grato el pasar a saludar a “Tequis”, sabiendo que un excelente camarada anda por esos lares y siempre ofrece una charla amena y llena de anecdotas.

        Espero pronto tener el honor de verte trepado en esa Tornillo y obviamente que me des un Tour (no tan exigente ni para manejos demandantes) algo tranquis para un beginner como tu servidor…

        Saludos y nos vemos en el camino… de Huapangos…

    1. Sr. Alastor,

      Gracias por leernos, el gusto es mio, la verdad si está muy padre el carrito, muy detallado, trae hasta su motor, las llantas giran, el cofre y la cajuela se levantan, tuvo un costo de $250 sin necesidad de regatear. ¿cuándo vamos por el tuyo?…

      De nuevo gracias por pasar a saludar y nos vemos en el camino…

  1. Que tal primo, me encanto tu relato y tu experiencia en dos ruedas me ha dejado con las ganas de algún día salir a rodar como tu lo haces… Que mejor pretexto que por ese rifado carrito… Primo cuidate mucho le mando un fuerte abrazo y nos estamos viendo pronto…

    1. ¿Qué tal Primo?

      Gracias por estar al pendiente y venir a leernos, imaginate si solo leyendo te dan ganas de salir a rodar, ya cuando lo haces es gratificante y satisfactorio a otros niveles, espero pronto puedas hacerlo y me invites, o mínimo nos lo compartas aquí en este H. sitio.

      Saludos, nos estamos viendo…

  2. Estimadisimo Romo, un gusto, una dicha ver tus relatos de nuevo en Motorrefacciones Monterrey, siempre con tus estilo tan sincero y directo sin falsas pretensiones.

    Con una salida de esas que dan ganas de rodar, de verdad, mientras lo leía, pensaba y yo aqui frente a la computadora, Romo recorrió mas de 600 km en un día visito a un amigo, y todo parece que fue hecho sin esfuerzo excelente!

    También agradezco las referencias a mis relatos pataratos jajaja

    Realmente fue una lastima lo del tornillo, porque nada me hubiera dado mas gusto que rodar con un estimado amigo por aquellas tierras, pero bueno vendrán mas rodadas, eso seguro

    Y totalmente de acuerdo con aquello que mencionas de San Miguel, un regalo al mundo… una lastima

    En fin, esperemos mas relatos de este tipo muy pronto

    Saludos desde tierras chinamperas
    Cheers!

    1. Mr. Kennobi,

      Gracias por leernos y por tomarse el tiempo de dejar su comentario.

      Ya hacía falta, más que los relatos en MotoRefacciones, hacía falta el rodar, el volver a sentir ese disfrute que da el subirte a tu motito y agarrar camino, ya lo habíamos dicho antes, el disfrute comienza desde que lo estás planeando, analizando la ruta, tratando de atinarle a los tiempos, etc. Desde que te sientas a hacer eso comienza la “aventura” de la rodada, ya cuando estás en la ejecución vuelven esos momentos en que la estuvite planeando y obviamente siempre la realidad de ese momento le va a ganar con creces a todos los escenarios que pudiste haber imaginado duante la preparación…

      Ya me hacía falta todo ese feeling, el sentirte solo en el camino, el sentirte con la capacidad y facilidad para ir a cualquier punto cercano que se te ocurra, pararte donde quieras, sentir el aire entrar por el casco, sentir el peso del sol, el cansancio en la espalda, los brazos, ese feeling que, al menos en mi caso hace que se me olvide el hambre y me acuerde que tengo que comer hasta ya altas horas de la tarde…

      Tu relato rumbo a Cuerna, y tras el fracaso de mi asistencia al #Durango16, me recordaron otra perspectiva, ya casi siempre andamos tratando de ajustar tiempos y dineros para una ruta de 2 o más días… cuando aquí me comprobé a mi mismo que no es necesario ir tan lejos para disfrutar tu moto, los caminos y por que no? a ti mismo como piloto y compañero de viaje…

      ¿Cuándo vámos a Rodar Sr.?…
      La vuelta que tenía planeada para el próximo fin largo, la he cancelado por cuestiones más importantes y urgentes, pero nos podemos aventar algo relax de 1 o 2 días cualquier fin, ¿qué propones?…

      Saludos y nos vemos en el camino…

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *