Rodando con Nuevos Amigos

Relato por: Gabriel Meléndez Mazlum

No cabe duda que esto de ser motociclista es como pertenecer a una secta secreta y que te adentras en un mundo que como automovilista no tienes ni idea y no conoces…

Fue así que en una rodada banquetera un Miércoles por la noche, conocí a un par de amigos de la Agencia de Ducati Monterrey y me invitaron ese mismo fin de semana harían una rodada hacia las grutas de Bustamante N.L. Luego de meditarlo un par de días, dije, ¿Y porque no?. Me preparé mentalmente y como siempre dejé mi equipo listo una noche antes para salir muy temprano por la mañana, era esta mi primera rodada en grupo, no conocía a nadie, y no tenía ni idea de donde está Bustamante N.L.

Así que muy temprano el sábado salí de casa, ya con mi equipo completo, y me dirigí rumbo a la agencia donde era la cita, no sin antes pasar por gasolina y una dona y un café.

Poco a poco nos fuimos reuniendo en la agencia, la cita era a las 8:30 am para salir a las 9:00 en punto, nos fuimos presentando y reconociendo, Amablemente nos ofrecieron unos deliciosos tacos a vapor y refrescos, para no salir con el estomago vacío, así como también hubo una breve plática de seguridad y recomendaciones para el camino. Se definió el líder y la barredora del grupo, y poco a poco nos fuimos preparando para salir.

Esta era esta mi primera rodada en grupo y apenas la primera salida oficial de RAVEN a carretera (Así le puse a mi FZ, por su color gris oscuro y sus rines morado-azules, que me recuerdan al plumaje de las urracas, y su graznido de motor que cuando lo revolucionas es como si cantara), ya una vez asentado el motor y hecho el primer cambio de aceite ya era hora de salir mas allá de la banqueta.

Rodar en grupo es muy diferente a rodar solo, tiene sus ventajas y desventajas, lo principal y mas importante es que vas acompañado, la seguridad que da la manada es muy diferente la sensación al lobo solitario, vas acompañado, te preocupas por otros y otros se preocupan por ti. Pero también tienes que ir a un paso que sea cómodo para todos, a veces mas lento de lo que estas acostumbrado o mas rápido de lo que has rodado anteriormente, todo es cuestión de adaptarse y disfrutarlo.

El camino transcurrió sin mayores inconvenientes, el líder del grupo llevaba buen paso y la manada se comportaba bien, y yo fui tomando poco a poco la penúltima posición, es mas cómodo para mi llevar un ritmo tranquilo y ver a la distancia que sucede delante de mi y así tomar mis precauciones.

Finalmente llegamos a las grutas de Bustamante N.L., el calor en esta zona es abrumador, literalmente llegué cocido al vapor, aún siendo temprano y que la temperatura ambiente no había llegado al límite máximo pronosticado el sol caía a plomo y hacía mucho calor, además de que la chamarra deja entrar poco aire, y este ya se empezaba a calentar.

Llegamos al estacionamiento del parque de las Grutas de Bustamante, nos tomamos algunas fotos y nos subimos a la vagoneta que nos llevaría a la cima de la montaña para entrar a las grutas, es una lástima que no dejen subir en tu propio vehículo hasta arriba, la carretera y curvas realmente hubieran sido un disfrute en la moto y el cierre perfecto, pero todo sea por el orden, limpieza y cuidado del parque, que por cierto estaba impecable, no le pide absolutamente nada a cualquier parque nacional de USA o Canadá, me llamó mucho la atención del orden y la limpieza de este parque.

Ya adentro de las grutas, la temperatura era de unos agradables 18 grados y humedad del 100%, así que nos refrescamos absolutamente, la entrada a las grutas es a través de un túnel de 50 o mas metros al interior de la montaña, y una vez en las grutas el camino es un andador de metal que rodea el interior lo cual lo hace muy cómodo para caminar, sobre todo con mis botas de power ranger., las grutas cuentan con iluminación artificial y de colores que luce espectacular.

Ahí el grupo se separó en 2, los que ordenados pusieron atención al guía y en las explicaciones, que amablemente ofrecen,  acerca de la antigüedad, las formas de las estalactitas y estalagmitas, y demás detalles de las grutas… y los chicos índigo con DDA  (Déficit de Atención), que no dejaban escuchar a los del primer grupo,  adivinen en que grupo estoy yo. 😛

Luego de haber terminado el breve recorrido y refrescarnos, continuamos con las sesiones de fotos, tomar agua, platicar acerca del camino y ponernos de acuerdo para comer, ya era pasado el mediodía y apretaba el hambre.

La vista desde el cerro hacia la ciudad es espectacular, realmente se aprecia el esfuerzo por mantener el parque y la belleza natural que nos brinda este hermoso paisaje, realmente vale la pena.

 

Finalmente decidimos el lugar en donde comeríamos, un restaurante típico de la región, en donde la comida es tan variada como el grupo de motociclistas que llegaron al restaurante, ahí había de todo, Cabrito, chiles rellenos, pollo en salsa, asado de puerco, cortadillo, caldo de res y ensaladas.

Esta fue una excelente oportunidad para conocer a los participantes de la rodada, compartimos experiencias, bromeamos y reímos, se disfrutó de un ambiente genial, que hace que valga la pena rodar en grupo y te recuerda que no importa si tienes una Ducati, BMW, Harley, Yamaha, Kawasaki, Suzuki, Pulsar o Italika, si tu estilo es Doble Propósito, Pista, Chopper, Naked o de trabajo, si viajas solo o acompañado. Todos andamos sobre 2 ruedas y tenemos la misma pasión, de rodar y convivir sanamente.

Una vez ya con el estomago lleno y frescos, nos alistamos para el regreso, ahí decidimos que llegando a Monterrey, cada quien tomaría su camino y nos iríamos separando del grupo conforme nos acercáramos a nuestras casas, así que ahí compartimos teléfonos, formamos el obligatorio grupo de WhatsApp, y luego de una breve recarga de gasolina para algunos nos despedimos de cada uno y agradecimos por haber compartido la rodada.

Ahora a planear la siguiente rodada, hay mucho por descubrir y kilómetros por recorrer.

Hasta la próxima.