Augusto Galicia López
“¡Por fin, un sueño de toda la vida empezaba a tomar forma: Ser motociclista!”
La llegada de la GZ 150.
El 23 de diciembre del 2012, una Suzuzki GZ150, tenía un nuevo hogar. ¿Cómo llegó? … Por el servicio de envios de una tienda departamental, donde me dieron muchas facilidades para comprarla. Mis primeras preocupaciones fueron: ¿Cómo aprenderé a manejar esta moto? ¿Podré hacerlo a mis 61 años? ¿Sufriré algún accidente? …. Sentía un poco de temor, posiblemente por la extendida idea de que el viajar en moto es peligroso. El caso es que el nuevo año (2013) me pilló haciendo mis pininos en el estacionamiento del estadio Cuauhtémoc y en el circuito que rodea a la Unidad Deportiva. ¡Por fin, un sueño de toda la vida empezaba a tomar forma: Ser motociclista!
La primera salida a la calle fue un trayecto de unos 500 m desde la casa hasta el estacionamiento de los estadios, un poco después de las 22:00, para empezar a sentirla … todavía sin licencia, aunque ya con placa de circulación. Llegar de vuelta a la casa, constituyó todo un triunfo … pude conducir unos 3 km sin tener ningún percance y con la sensación de … haber ¡Rodado en moto!
A partir de entonces, las salidas a la calle fueron de madrugada, a punto de amanecer para evitar el tráfico y minimizar los riesgos y se fueron sucediendo: el libramiento de la carretera a Tehuacán, las obligadas visitas a los fuertes de Loreto y Guadalupe, la parte norte del periférico ecológico, La resurrección y San Miguel Canoa, El circuito completo de periférico ecológico (incluyendo algunos kilómetros de la autopista México-Puebla), poco a poco iba tomando confianza y conocimiento de los avatares del motociclismo en la ciudad de Puebla.
Regresar del trabajo y ver la moto que me invitaba a salir, aunque fuera a las calles de la colonia, para acostumbrarme poco a poco a la sensación de manejo y comentarlo en familia provocaba sonrisas irónicas y comentarios sarcásticos como: ¡Vaya, con este, a la vejez … viruelas! ¿Sobresaltos? Muchos, algunas caídas sin consecuencias, conductores distraídos o mal intencionados, imprevistos propios de la ignorancia como motociclista, casi de todo, pero afortunadamente sin incidentes serios.
Primera rodada en carretera: Tecali de Herrera, Pue.
Después de una tercera o cuarta salida de entrenamiento callejero, y ningún percance notable, me declaré listo para mi primera salida a la carretera; pero, ¿A donde ir? … Ante las muchas posibilidades, recurrí al maps de google para que me ayudara a definir mi primera ruta, y después de algunos trazos y estimaciones, quedó lista: Tecali de Herrera, llegando por Tepeaca y regresando por Totimehuacán. Mis primeros 90 km de carretera.
Las madrugadas de febrero en Puebla y sus alrededores suelen ser frías y la del 17 de febrero de 2013 no fue la excepción, por lo que además de mi chamarra con protecciones en los codos y hombros antecedida de playera de algodón, camisa de franela y suéter de lana, llevaba también pantalón de pijama y pantalón de mezclilla con un par de rodilleras recién compradas. No obstante, todavía podía sentir un poco de frío, muy estimulante. El sol del amanecer me sorprendió un poco después de Santiago Acatlán (No confundir con Acatlán de Osorio en la mixteca poblana), por lo que no pude evitar la foto, que finalmente no me gustó mucho, pero le daba cierta “realidad” a esta primera rodada.
Al momento de escribir esto, no puedo recordar con exactitud como fue mi paso por Tepeaca, pero recuerdo con claridad mi sombra reflejada sobre el pavimento en la carretera que lleva hacia Tecali de Herrera, donde mi inexperiencia me hacia luchar con el equilibrio de la pequeña moto en la calle del mercado ante un inesperado rojo del semáforo. El trayecto de Tecali a San Francisco Totimehuacán, tiene algunas curvas que requieren un nivel de conducción mayor al que tenía en ese momento, por lo que, consciente del hecho agucé mis pobres habilidades para rodar sin problemas, pero no conté con la presencia de la niebla y del frío de las primeras horas de claridad, que empañaron tanto el visor del casco como mis lentes ocasionando una parada poco antes del entronque de la carretera a Valsequillo.
Después de esa parada y del regreso a mi domicilio, sentí una enorme alegría y entusiasmo que me duraron varios días, de hecho hasta mi siguiente salida, porque, estaba claro, … ¡Ya había manejado en carretera!
Segunda rodada: Huehuetlán el Grande, Teopantlán y Atlixco, Pue.
Esa primera salida incrementó tanto mi confianza que me declaré listo para la siguiente rodada: Huehuetlán el Grande, Izúcar de Matamoros y Atlixco, así que el sábado … me levanté temprano, para iniciar cruzando la ciudad para llegar a la carretera que bordea la presa de Valsequillo por el lado sur para llegar a Huehuetlán el Grande, pasando por El Aguacate.
Supongo que en este viaje se cumplió el dicho : “Dios proteje la inocencia”, porque además de que la carretera es muy sinuosa y descendente, estaba en reparación, por lo que tuve que rodar algunos kilómetros entre trabajadores, máquinas y grava suelta; además al llegar a Huehuetlán, por seguir mi instinto de orientación, me perdí y llegué a un río que no me animé a pasar, así que después de muchas preguntas para regresar al camino a Izúcar, me encontré en un camino de tierra que conducía a San Martín Atempan y San Sebastián Tenango, que era, según me dijeron la única forma de llegar a Teopantlán, y de ahí a Izúcar.
Ensimismado en mis expectativas, me alcanzó una camioneta, poco antes de llegar a un río (el mismo que había evitado un poco antes, pero en un vado diferente ), así que detuve la marcha con la duda sobre cruzarlo o no; pero el conductor de la camioneta, después de lanzarme una mirada de extrañeza, se lanzó a cruzar el vado y me percaté de que la corriente no tapaba la llanta y que el lecho del río parecía estar firme. Todavía lo pensé por algunos segundos, pero al final, me animé a cruzar el vado, así que arranqué la moto y manteniendo aceleración constante, casi sin sentir, unos instantes después me encontraba subiendo por la orilla opuesta hacia San Martín.
La terracería estaba en buen estado, todavía pude confirmar el rumbo con una persona que iba a caballo, quien me dijo, “si va a Teopantlán, tiene que regresar y desviarse hacia su izquierda en la primera oportunidad que encuentre, porque por aquí va dar mucha vuelta”. Efectivamente, uno o dos kilómetros antes, había pasado por una desviación del camino, pero a pesar de la advertencia decidí seguir adelante. Como es de suponerse, en estos pequeños pueblos no hay señalamientos y casi no se encuentra a quien preguntar, así que seguí rodando hacia delante, hasta que a la salida de Tenango encontré un camionero quien me corrigió el camino hacia Tenango. Si creía que el camino previo estaba muy solitario, es porque no conocía el que estaba rodando, después de pasar a un pastor con su rebaño de cabras, no volví a ver señales de vida practicamente hasta Teopantlán, con el correspondiente temor “… si algo me pasa, ¿Qué hago?” afortunadamente, a pesar de algunos tramos “peligrosos”, llegué a Teopantlán, donde ya encontré camino pavimentado hasta Izúcar de Matamoros, que es solamente un punto intermedio, por lo que sigo hacia Atlixco, donde planeó detenerme para comer en “La Casa de Piedra”. La llegada a Puebla sin contratiempos por la Atlixcáyotl y el periférico ecológico, completamente satisfecho por semejante rodada de aproximadamente, 190 km.
Primeras salidas del Estado de Puebla: Huitchila, Morelos.
Con tan gratas experiencias, me sentí listo para salir de mi estado hacia el vecino Morelos, precisamente, al lugar de nacimiento de mi esposa, un pueblito cercano a Cuautla, llamado Huitchila.
Así que, el sábado 23 de febrero 2013, revise la moto (basicamente, los niveles, la presión de las llantas y la posición de los espejos) prepare lo que supuse debería llevar (cambio de ropa, herramienta básica), até mi mochila al asiento trasero, aprovechando el respaldo para amarrar y salí desbordante de optimismo. Mi inexperiencia al atar el equipaje ocasionó que la mochila se cayera por el costado derecho de la moto y despegara el direccional trasero (nada que un poco de pegamento acrílico no pudiera solucionar). La autopista atlixcáyotl me trató de maravilla, igual que la siglo XXI, y sin contratiempos, en un poco menos de dos horas estaba guardando la moto en la casa de Huitchila. Tal era mi emoción, que no tardé en enterar a toda mi familia de mi “proeza”, ¡Había viajado de un estado a otro en moto! Huelga decir que para mis familiares políticos fue todo un acontecimiento.
El regreso, temprano por la mañana dominical, otra vez sin novedades, nuevamente, por la S. XXI y la atlixcáyotl. ¿Se imaginan mi entusiasmo? ¡El primer viaje fuera del estado de Puebla, 225 km!
En este momento, el viajar en moto a dicha población, me parece algo común y lo hago con cierta frecuencia, pero a principios de febrero 2013, parecía una hazaña. Un poco después de este primer viaje fuera del estado de Puebla y con la GZ, regresé al mismo lugar, pero ahora con la “vigilancia” de mi esposa, ella conduciendo su auto. Este nuevo viaje a Huitchila, tuvo dos ingredientes notorios, el primero que manejé bajo una lluvia intensa; y el segundo, que el recorrido se hizo por las poblaciones y caminos de las faldas del Popocatépetl. Esa mojada, fue memorable, porque me puso a manejar en condiciones que no imaginaba, como el ir temblando de frío o ir cuidando las derrapadas en el camino de concreto que llega a Xonacatepec y que está lleno de topes.
En suma, cada salida acrecentaba mi confianza y como suele suceder, la confianza empezó a volverse un deseo de rodar cada vez más lejos y empecé a buscar referencias de personas que me pudieran guiar en este tipo de actividad.
Comentarios finales.
Atendiendo al dicho: “Más vale tarde que nunca” e impedido de rodar por algún tiempo, debido al accidente que relaté en días pasados, me he animado a publicar estas primeras peripecias con la GZ, la que me dió alrededor de 2000 km, que como se puede ver, llevo muy presentes en mis recuerdos. Mi único objetivo con este relato es el de animar a los nuevos integrantes de la pàgina de FB para que conforme vayan efectuando sus rodadas, también las publiquen en este foro, que es una de las mejores cosas que me han pasado. Vaya pues el agradecimiento a sus fundadores (Jorge, Alejandro, Aarón y “Motoso”) por la iniciativa. Un agradecimiento muy especial a mi esposa Delia, ya que sin su apoyo, no me hubiera animado a intentar estas primeras rodadas.
¡Nos vemos en el camino!
muy buen relato, felicidades por animarse a rodar
muchas suerte y recordar siempre usar su equipo de proteccion
Hola arturo.
Gracias por leer y comentar. Por supuesto que hago y haré caso de tu comentario sobre el equipo de protección.
Saludos.
¡Nos vemos en el camino!
Buenos inicios profesor augusto algo similar experimente yo y en mismas fechas, yo compre mi gz el 22 de diciembre, y hay la llevamos ya con 12000 km. Espero verlo pronto
Nos vemos en el camino !
Hola mi estimado amigo Rexx.
Tienes razón. Algo que no comenté es que de los videos que vi en aquella época sobresalen los de tus rodadas por tus rumbos (montaña de Guerrero y mixteca poblana), junto con Nohé Gallardo. Sin duda, he aprendido mucho de ustedes. Muchas gracias.
Mi GZ sólo llegó conmigo a los 2000, pero supongo que no los olvidaré porque fueron los primeros. Seguramente, nos veremos pronto, espero que podamos hacer la rodada por Cuetzalan en la última parte del año (octubre o noviembre).
Saludos.
¡Nos vemos en el camino!
Al leer su relato me recordo cuando empece a andar en moto, solo que no tuve tiempo de entrenarme en ella porque luego luego me enfrente a los caminos de la sierra norte de Puebla, a veces uno piensa que es tarde para hacer algo que a uno le gusta o tiene el gusanito de hacerlo y por muchas razones lo llegamos a posponer, pero cuando lo hacemos nos damos cuenta que hemos perdido muchas aventuras y horas que pudieron ser felices y no lo hicimos por querer una moto mas grande o el miedo a salir a carretera.
Gracias por relatarnos sus experiencias…. espero tener el honor de rodar con usted otra vez si se hace la salida a la sierra norte.
Hola rick.
Gracias por leer y comentar.
Por lo que recuerdo de un comentario anterior y de que ruedas en mi querida sierra norte, supongo que eres Jorge Cardoso. Así que va un saludo muy afectuoso de mi parte.
Aunque es una frase muy conocida, la que dice “nunca es tarde para aprender” es muy certera, efectivamente, el subir a una moto te proporciona momentos y aventuras felices, que no podrías obtener de ninguna otra forma.
Hasta ahora, la propuesta de rodar por la sierra norte es sólo eso, pero podemos afinarla para que se haga realidad.
Saludos.
¡Nos vemos en el camino!
Excelente, profe…
A ver si me hago un tiempo para publicar algunos pequeños relatos. .
Que se mejore y un abrazo!
Hola Damnatus.
Gracias por leer, comentar y por los buenos deseos de recuperación.
Cuando quieras publicar, puedes contactar conmigo (augalicia@hotmail.com) para “subir” el relato, sólo tienes que mandar el texto (en cualquier formato, indicando donde va cada imagen) y las fotos, de preferencia en jpg o png.
Saludos.
¡Nos vemos en el camino!
Ah que buen relato!!! No sabía que había iniciado en una gz150. Creo que yo me encuentro en esa etapa en que un@ quiere salidas más largas luego de hacer los primeros pininos. Muchas gracias por compartir sus historias
Hola Armin.
Gracias por leer y comentar.
Así es, aprendi en una GZ 150, no tuvimos tiempo de comentarlo en Oaxaca, supongo que la mayoría aprendemos en motos de baja cilindrada. Efectivamente, las rutas largas se vuelven casi una obligación, no dudo que las disfrutarás plenamente. Por otra parte, como no pude terminar mi último viaje, tendré que regresar a Oaxaca para hacerlo. Asi que por allá nos veremos.
Saludos
¡Nos vemos en el camino!
Muy buenos relatos de esas primeras aventuras. Yo soy nuevo en esto del motociclismo tambien y vaya que es emocionante y liberador.
Nos vemos en el camino.
Hola Anwar Vazquez.
Gracias por leer y comentar.
Efectivamente, es muy emocionante y liberador cuando andas sobre una moto. Es un gusto saber que compartimos la misma afición.
Saludos
¡Nos vemos en el camino!
Asi se empieza profe…poco a poco aunque usted se ha aventado unos brincotes tremendos, por ejemplo yo con casi 10 años arriba de una moto no ha podido viajar al extranjero 😀 y usted ya se avento a Guatemala…relatar nuestras salidas e incidentes es muy importante porque de ese intercambio se van forjando amistades y se va uno nutriendo de tips, nuestras primeras salidas no serian largas pero nos dejaron mucho.
Un saludote profe. recuperese pronto!.
Hola Motoso.
Un gusto que comentes mi relato.
Totalmente de acuerdo contigo, se empieza por el principio y los brincos, supongo que los va uno dando de acuerdo a las circunstancias y a los riesgos que se quieran asumir. En mi caso, si me espero diez años, tal vez ya no tenga ninguna oportunidad, por eso es que decidí ir a Guatemala el año pasado.
Por último, seguiré relatando mientras me aguanten, y si alguien puede aprovechar o tomar en cuenta lo que pueda compartir me doy por satisfecho.
Saludos y mi recuperación va lenta pero espero que segura. Gracias.
¡Nos vemos en el camino!
Muy buena experiencia, siempre es agradable recordar las primeras rodadas.
Hola Alex Torres.
Gracias por leer y comentar.
Efectivamente, estas primeras experiencias siempre salen con uno cuando va a rodar.
Saludos
¡Nos vemos en el camino!
Hola Augusto,
Nunca es tarde para empezar.
Gracias por compartirnos tus primeras aventuras, se notan en ellas las ganas de querer rodar, cada vez mas kilómetros, cada vez más con más confianza, cada vez más rápido, cada vez más lejos.
De tu relato concluyo 2 cosas, últimamente tienes demasiado tiempo libre y muy buena memoria :).
Espero que pronto estés en circulación nuevamente y que mientras llega el momento nos sigas compartiendo tus relatos, estoy seguro que debes tener varios en el tintero.
Te mando un gran abrazo y espero pronto pasar a visitarte con algún material de lectura que te pueda interesar…
Nos vemos en el camino… De Hi-viz y reflejantes…
Hola mi estimado amigo Zolín.
Tienes razón, tengo demasiado tiempo libre, el no poder caminar me obliga a leer, escribir y planear lo que quisiera hacer cuando vuelva a la circulación. ¿Memoria? … Recuerda que los caballeros no tenemos memoria.
Eres bienvenido siempre por esta tu casa y espero que sea lo que imagino (¿ATXA?).
¡Nos vemos en el camino!
Profe!!!
¿Así que así nació la hoy Leyenda, el Profe Galicia?
No bueno, Usted no deja de sorprenderme, excelente memoria, excelentes fotos desde el inicio y PRECIOSA su primer moto, hasta se me antojó subirme y eso que no soy muy fan de ese estilo de motos.
En fin, gracias de nuevo por compartirnos todo esto.
Que siga recuperándose de esos golpesillos que le ha dado la vida en estos meses, pero que afortunadamente son cosas que pueden sanar y que se pueden reponer y mientras todo pare allí, estamos bien.
Un saludo, que siga esa recuperación y que sigan fluyendo esos recuerdos y sean plasmados en este sitio.
Hola RomoNet.
Gracias por leer y más por comentar.
¿Leyenda? Tal vez lo pueda ser para mis nietos, por lo que tendré que lograr algo que contarles. Por lo pronto, sólo he tratado de compartirles los inicios de una afición que me ha cambiado la forma de ver la vida (y la muerte).
Acerca de la GZ, llegó a mi poder de una manera casi casual, pero me gustó su desempeño hasta que creí que ya estaba listo para un poco más de potencia.
En cuánto a mi recuperación. después de dos meses de la cirugía, ya parece que estoy recobrando movilidad y en breve empezaré los ejercicios para “re-aprender” a caminar. Estimo que en un mes más (ha sido larga la recuperación) ya esté caminando y planeando una rodada de celebración.
Saludos
¡Nos vemos en el camino!
Hola:
He leído tu publicación y me da gusto como poco a poco has venido adquiriendo experiencia y lo has disfrutado.
He pensado en comprar una moto similar, Suzuki GZ150 y he querido saber que tan buen desempeño tienen en carretera ya que al igual que tu, me gustaría para salir a carretera en viajes cortos y medianos·
Me gustaría que me direas tu opinión al respecto y que tento la recomiendas para carretera, muchas gracias.
Hola Miguel.
Gracias por leer este relato y por animarte a comentar.
Con respecto a la GZ 150; te comento lo siguiente:
Es una magnífica moto para quienes se inician en esta hermosa actividad; ligera, rendidora, bonita, con muchas virtudes de diseño y mecánicas, como la inyecciçon electrónica para su motor de 150 (creo que es la única de su segmento).
Su desempeño, hasta donde la manejé, fue estupendo, cero problemas; aunque sólo la manejé como 2000 km (un amigo tuvo una igual, por más de 12000 km sin ningún tipo de problemas).
En la ciudad resulta muy práctica y adecuada, incluso en la carretera resulta una muy buena moto; sobretodo, para viajes cortos o medianos (como los que comentas) yo diría que para viajar sin problemas unos 500 km diarios.
La única limitante que yo le veo es que debido a su pequeño tamaño y potencia, no es muy adecuada para circular en autopistas, aunque su velocidad máxima declarada anda entre los 120 a 130 km/h.
Espero que te sirvan estos humildes comentarios y te animes a unirte a quienes rodamos por el gusto de hacerlo.
Saludos
Augusto Galicia