Augusto Galicia López
“… más adelante ¡Está peor! …”
El origen
Los santuarios católicos son fascinantes, en ellos se pueden observar los sentimientos de un pueblo o, al menos, una buena parte de las expresiones que nos identifican como tal. Desde hace algunas décadas, he visitado algunos de ellos como una forma de mostrar mi admiración y respeto a esta clase de manifestación de la cultura a la que pertenezco y, aunque hasta el momento me he apersonado en muy pocos (San Juan de los Lagos, Zapopan, Plateros, Tepalcingo, …) estaba latente una visita al santuario de Juquila, Oax., donde se venera a la virgen de la Inmaculada Concepción, que es objeto de la devoción de muchos poblanos.
Con tal motivo, propuse una rodada saliendo desde Puebla, el 21 de febrero y, al principio, hubo algunas posibles adhesiones para un plan inicial, siempre con la ayuda de Google Maps, a la comunidad Rutera, con un recorrido de alrededor de 1200 km en tres días, empezando un viernes por la tarde para recorrer un poco más de 200 km y pernoctar en la tierra del sol, Huajuapan de León, continuar hacia Juquila con algunas escalas breves en Putla y Pinotepa Nacional para llegar por la tarde a Juquila después de un poco más de 400 km en el día, finalmente, el regreso desde Juquila pasando por Oaxaca, un poco más de 200 km, para almorzar y rodar por la autopista hasta Puebla para llegar a medio día y descansar merecidamente el resto de la tarde después de haber completado los casi 1200 km de recorrido. Durante los días posteriores a la propuesta, las posibles adhesiones se fueron diluyendo, por lo que el jueves 20, decidí modificar la salida para iniciar el sábado 22 por la madrugada. Así que la inicié en solitario aproximadamente a las 4:35 de la mañana, crucé la caseta de peaje de la Atlixcáyotl a las 4:52, con el tanque lleno y los deseos de ¡Buen viaje! del cobrador de turno.
Día de viaje.
El trayecto hasta Acatlán de Osorio, transcurrió sin novedades, salvo el poco frío de la madrugada entre Atlixco y Acatlán y la parada de previsión en la tierra del Tecuán para no tener incidentes con el combustible. La llegada a Huajuapan a las 8:20, se dio conforme a mis estimaciones, por lo que el desayuno fue muy provechoso y me pude dar un poco de tiempo para obtener algunas fotos de la iglesia de “La cuna de la canción mixteca”. La continuación del viaje me puso frente a una carretera muy estimulante, llena de curvas de casi todos los grados de dificultad, sólo lamenté no haber colocado la cámara de video. Al llegar a Tamazulapan, terminó el camino sinuoso y enfilé rumbo a Tlaxiaco.
Casi nada que comentar a mi paso por Tlaxiaco, salvo que, aunque no había consultado el reloj, ya me sentía un poco preocupado por la hora de llegada a Putla, que debía ocurrir, según yo entre las 12:30 y las 13:00 para llegar hasta Juquila todavía con luz de día. El camino de Tlaxiaco a Putla es mayormente sinuoso, con algunos tramos riesgosos, tanto por el grado de dificultad de las curvas, como por el hecho de que buena parte de la carretera serpentea por la ladera de las montañas de la Sierra Madre, agregándole un poco de peligrosidad a la carretera. Al pasar por Chicahuaxtla, encontré una manifestación de campesinos Triquis, que, tal vez por las dudas, blandían unas estacas de madera y por algunos momentos temí por mi integridad, pero la manifestación no bloqueaba la carretera, solamente la resguardaba.
En el siguiente clip de video, les dejo una pequeña parte del camino después de Tlaxiaco [youtube]http://www.youtube.com/watch?v=t9tPhSoSlKM&feature=youtu.be[/youtube]
Cuando estaba cerca de Putla, ya sentía mucho calor pues el descenso desde Tlaxiaco es muy pronunciado, pasé de bosques de coníferas a las chacas de los climas húmedos subtropicales, pero más que el calor me preocupaba que ya sentía que estaba retrasado, de acuerdo a mi plan, pues no consideré adecuadamente, que las lluvias de los huracanes del año pasado habían dejado muchos derrumbes y la carretera tiene cuatro o cinco tramos en reparación, donde la velocidad se tiene que reducir casi a cero. El clip que les comparto muestra el descenso, ya muy cerca de Putla [youtube]http://www.youtube.com/watch?v=oETOui_6N2g&feature=youtu.be[/youtube]
Pero por fin, a las 14:15 me detenía en la estación de gasolina para recargar combustible y la escala técnica de rigor, Tenía una demora de poco más de una hora y la distancia a Pinotepa (150 km) me deparaba un recorrido de unas tres horas por lo sinuoso de la carretera, así que decidí no tomar fotos del centro de Putla y continuar para no arriesgar a rodar de noche.
Bajo un sol vespertino excesivamente radiante y un calor típico de estas latitudes, emprendí el camino a Pinotepa, tratando de disfrutar plenamente el camino descendente hacia la llanura costera. La necesidad de hidratarme me hizo hacer una pequeña escala en Santa María Zacatepec y otra en San Pedro Amuzgos, ambos pueblos famosos para quienes gustan deleitarse con las películas de la época de oro del cine mexicano, ya que fueron los lugares donde transcurre la historia de Tizoc (un “indio tacuate”) protagonizada por Pedro Infante y María Félix (película que, por cierto, fue rodada mayormente en locaciones cercanas a la presa de Necaxa en la Sierra Norte de Puebla. Me falta una rodada por esos rumbos).
Después de Amuzgos, el descenso empieza a ser menos sinuoso, no obstante, al tomar una curva, me encuentro de frente con un automóvil blanco (Jetta) que viene invadiendo mi carril, siento que se me eriza el cabello e instintivamente inclino más la moto para tratar de esquivar el golpe … siento que el auto pasa rozando … pero parece que ha ocurrido un milagro, estoy ileso, tremendamente asustado, pero ileso.
¡Vaya susto! Pero, la rodada tiene que continuar y a pocos kilómetros encuentro la carretera 200 que viene de Acapulco, prácticamente estoy en Pinotepa Nacional, pero ya son las 18:00 y Juquila está a más de 130 km. Es hora de recargar combustible, de rehidratarme y de continuar, porque todo parece indicar que tendré que llegar de noche.
La llegada a Juquila.
Continúo rodando hacia mi destino del día. Los topes se suceden con naturalidad y cada uno le deja un indeseable recuerdo a la Gladius (parece que tendré que instalarle un “skid plate”). Uf, parece que debemos usar enduro para los caminos oaxaqueños. Poco a poco se va acercando la noche. Debido al intenso calor llevo ligeramente abierta la visera del casco, pero algunos insectos me recuerdan que debo cerrarla para no tener sorpresas. Cierro la visera y en el siguiente minuto siento que un insecto choca con el plástico protector de mi esqueleto y empiezo a sentir su vuelo dentro del casco, ¡Parada de emergencia! Suerte que hay una gasolinera y puedo detenerme para quitarme el casco y asegurarme de que el insecto me ha abandonado. Aprovecho para preguntar sobre el camino y me dicen que la desviación a mi destino está hasta Rio Grande, todavía distante por unos 30 km. ¿Y hasta Juquila? ¿Cuanto tiempo falta? … ¡ Como tres horas me dicen. No puede ser, pienso, pero le sigo y un poco más adelante encuentro el letrero que indica por donde debo seguir rodando.
Al abandonar la carretera Acapulco – Puerto Escondido, parece que la noche se oscurece más, tal vez se deba a la falta de línea divisoria en el piso o, solamente, sea un efecto psicológico, pero ruedo más lentamente por precaución. Ahora las curvas no se aprecian bien, así que tan pronto me rebasa una nissan estaquitas (o eso parecía), la sigo para aprovechar sus faros. De pronto da una vuelta ligeramente cerrada y la sigo para encontrarme ante un puente de tubos longitudinales (parece una balsa de troncos), y cuando me doy cuenta cabalmente de la situación, ya estoy tratando de controlar la moto que se bambolea de un lado a otro, mentalmente ya estoy preparando la caída, pero no aflojo el paso y después de tres o cuatro zigzagueos, logro salir del puente sano y salvo (como no tengo foto ni video de este puente, los remito al incidente de un viajero Camboyano en el mismo lugar. [youtube]http://www.youtube.com/watch?v=aKaJsEmOHc4[/youtube]
¡Segundo susto! Pero, siguen las sorpresas, ahora el camino empieza a tener grandes tramos de terracería en alguno de los lados, porque está en reconstrucción y empiezan a aparecer hoyos y zanjas, dos de las cuales no puedo librar completamente y el golpe de las ruedas me retumba por toda la columna vertebral. Además, como he empezado a ascender el frío de la noche se hace presente. Ya he rodado durante unos 35 km y veo las luces de una pequeña cabaña que exhibe algo que parecen refrigeradores de refrescos y al acercarme veo a tres personas que charlan animosamente alrededor de una de las tres mesas en lo que parece ser una fondita, me detengo y saludo, preguntando por el tiempo faltante hacia Juquila y me contestan ¡Como veinte minutos! … Pregunto si tienen café y al escuchar la afirmación pido un poco y me sirven un café de olla con doble carga … ¡de azúcar! Que acompañado por una pieza de pan y una buena charla, me sirve para recuperarme. Durante la charla comento que el camino desde Rio Grande está feo y me contesta un joven … ¡Más adelante está peor! Se vuelve pura terracería hasta llegar a Juquila. Me da un poco de risa el comentario, pero no deja de preocuparme. Me despido y antes de continuar tomo una foto del pintoresco lugar. En efecto, conforme el camino sigue transcurriendo, los tramos de terracería se hacen más largos y llenos de tierra suelta o grava, hasta que se acaba el pavimento y estoy en una terracería, en la noche y en medio de la Sierra. Después de unos cuarenta minutos después de la cabaña en el cerro, diviso un letrero que indica Santuario y Cd. De Oaxaca, ¡Estoy en Juquila!
El regreso.
Después de la visita de rigor al santuario y la compra de un pequeño recuerdo, me preparo para volver al camino ahora me restan un poco menos de 550 km (según el Google maps) con la ventaja de que los últimos 350 serán de autopista, lo que me hace suponer que la hora de llegada a Puebla, no será tan tarde como la de Juquila. Empiezo a rodar hacia Sola de Vega, apenas llevo unos dos o tres kilómetros y al ver el odómetro me asalta la duda sobre el combustible restante, así que para no tener contratiempos me regreso a Juquila y en la única estación existente, lleno el tanque. ¡Ahora sí! Hasta Oaxaca.
Nuevamente me encuentro en un tramo de carretera con magníficas curvas, aunque interrumpidas en algunas partes por reparaciones que dejan un sólo carril. Cómo el día anterior, conforme voy descendiendo hacia Sola de Vega, voy sintiendo que el calor arrecia, por lo que hay que hacer alguna parada para aligerar las ropas. Los tramos en reparación entre Sola de Vega y los Valles Centrales, llegan a un máximo al poco de pasar Sola de Vega y me encuentro rodando entre montones de tierra, grava y siguiendo la huella marcada por la maquinaria que sigue moviendo tierra, aproximadamente, un kilómetro que afortunadamente paso sin incidentes. Todavía tengo enfrente un buen trecho para llegar a Oaxaca y detenerme a restaurar energías. Sin novedades hasta Oaxaca, entro por Santa María Coyotepec y en menos de lo imaginado estoy en la salida a México, de repente recuerdo que en Santa María Coapan (Tehuacán), puedo disfrutar una riquísima barbacoa, no lo pienso más, Estimo que llegaré a la ciudad de las granadas un poco después de las 16:30. Solamente hago una escala en la autopista para recargar combustible y otra para tomar algunas fotos y me encuentro estacionando la moto frente al restaurante en Coapan.
En el siguiente clip de video, una parte del trayecto en la autopista hasta la entrada de Tehuacán [youtube]http://www.youtube.com/watch?v=cu5UlJXdVms&feature=youtu.be[/youtube]
La petición es un cuarto (de kg) de barbacoa, una cerveza y una orden de sangrita. Después de disfrutar esta tradicional comida Tehuacanera, regreso a la moto, mando el último mensaje de la rodada y regreso a la autopista. Lo único notable, en el tramo Tehuacán – Cuacnopalan, es la actitud de los automovilistas que al notar la luz de la Gladius se van arrimando a la derecha para que pueda pasar, situación que termina cuando entro a la autopista Veracruz – México, donde hay que extremar precauciones, porque el tráfico es intenso, el normal de un domingo en la tarde.
Después de una última escala para recargar combustible, un poco antes de Amozoc, avisto el estadio Cuauhtémoc y la llegada a la casa se da aproximadamente a las 19:15, después de haber recorrido 1271.8 km, según el odómetro de la moto. Nada mal, aunque un poco cansado.
Comentarios finales.
Aunque algunos compañeros de MRM, me animaban a no hacer este viaje, otros lo consideraron posible para mis pobres habilidades, agradezco a ambos todos los comentarios y tengan por seguro que todos fueron tomados en cuenta durante esta ruta de dos días que resultó, como lo apunté antes, un poco cansada, pero muy estimulante. La próxima pretendo hacerla de costa a costa (Mazatlán – Tampico), claro saliendo desde Puebla y regresando a la misma ciudad creada por los Angeles e inmortalizada por el General Ignacio Zaragoza. Espero que alguien se apunte para rodar.
¡Nos vemos en el camino!
Muy buena rodada profe, gracias por compartir su experiencia en las tierras de Oaxaca. Muy padre su moto, por cierto.
Abrazo fraterno
Hola Arturo.
Gracias por comentar. Las tierras de Oaxaca son muy extensas y muchas de sus carreteras son sinuosas. No es mala idea planear una ruta por ese hermoso Estado. ¿La moto? Sí. está bonita, gracias aunque es poco amigable con su conductor en los viajes largos, pero ni modo. Espero que pronto podamos rodar juntos.
¡Nos vemos en el camino!
Hola Augusto,
GRACIAS!!!!!!!!!!!
Que buena rodada diste, sabía que lo lograrías, solo es cuestión de proponerselo, planear adecuadamente y decidirse a hacerlo.
Como te habia comentado, si te agarra la noche cuando vas a Juquila, los riesgos se multiplican, por eso era la propouesta de hacer el recorrido inverso.
Que bueno que los sustos no pasaron de eso, sustos, sabemos los riesgos que corremos cuando andamos en moto y tratamos de controlar lo que queda de nuestro lado, pero no podemos controlar a otros así que tenemos que estar siempre alerta.
No cabe duda que las carreteras de Oaxaca tienen muy buen nivel, la mayoría pasa por alguna sierra y son muy disfrutables, habrá que aprovechar nuestra cercanía al vecino estado.
GRACIAS por compartir tu viaje, estoy seguro que ya nos tocará rodar nuevamente juntos, aunque sea a Huehuetlan 😉
Un abrazo!!!!
Nos vemos en el camino… De Hi-Vis y reflejantes!!!
Hola Rodolfo.
Gracias a ti, primero por leer y luego por comentar.
Tienes toda la razón, de noche los riesgos se multiplican, y siempre es mejor conocer el camino cuando se tenga que rodar de noche; así que en los próximos planes hay que tomarlo en cuenta. Aunque, por otra parte, la experiencia del motero camboyano (que según parece es un tipo muy experimentado en los viajes) al pasar por el “puentecito” de tubos fue de día y termino en los tubos. Ni el día nos asegura ausencia de riesgos; pero como dices, en lo que nos concierne debemos estar siempre alertas.
Espero que la oportunidad de rodar juntos se de lo más pronto posible, aunque sea a Huehuetlán, podríamos aprovechar un sábado o domingo para rodar por la terracería que va a Teopantlán para regresar por Izúcar de Matamoros, con una comida en la Plaza de Piedra. Y si el tiempo y actividades nos lo permiten podríamos hacer alguna rodada por alguna ruta de Oaxaca, que, efectivamente, tienen muy buen nivel.
Saludos.
¡Nos vemos en el camino!
Como siempre Profe, un placer leerlo.
Desde el viaje a Guatemala lo he estado siguiendo en este sitio, y no solo los detalles de sus viajes, sino su narrativa e incluso sus motos (porque creo que le vi una mas pequeña) nos tienen cautivados.
Nuestros mejores deseos, que sus viajes esten siempre llenos de momentos memorables, y que primero Dios, siempre llegue con bien a su casa.
Un saludo desde la sultana.
S.S.S. Vicente el de la Vicente.
Hola Vicente.
Gracias por leer y comentar. Es un gusto saber que haya personas que sigan mis relatos. Guatemala fue el punto culminante del 2013 efectuado en una Suzuki GW250. Ahora inicio el 2014 con más ganas de rodar y compartir lo que vaya encontrando en el camino, sobre otra Suzuki un poco más grande (la Gladius). Como dices, primero Dios, siempre trataré de llegar a la casa, que es donde inicio cada viaje. Por cierto, espero poder hacer un viaje Costa a Costa proximamente y planeó pasar por la gran metrópoli conocida como La Sultana del Norte.
Un saludo y un abrazo fraterno.
¡Nos vemos en el camino!
Justo andaba buscando entre sus publicaciones alguna noticia de la Inazuma… de las de 250cc esa es de la que mas me agrada el sonido 🙂
Guatemala es muy bonita, solo he tenido la oportunidad de estar en Puerto Barrios (un pueblo en el que vi que las motos abundan, me imagino que asi será tambien en los demas pueblos de ese tipo) y me fui encantado, su gente y su hospitalidad hasta se sienten que son de “otro mundo”.
Quedo al pendiente de su proxima Publicacion, y de su futura visita a nuestras tierras Profe, aer si se me hace minimo saludarle en persona. Ya me les uni al “face” para estar mas enterado de lo que andan haciendo en MRM.
Igual un saludo y un abrazo, cualquier cosa nos estamos leyendo Profe.
atte. Vicente el de la Vicente
Hola de nuevo.
Coincido contigo en lo que dices de la gente de Guatemala. No conocí mucha, pero sentí afinidad de ellos hacia nosotros (mexicanos).
Espero que sea posible saludarnos en persona.
Gracias Vicente.
Saludos.
¡Nos vemos en el camino!
Muchas felicidades Profe que buena rodada.
Creo que somos varios los que hemos pasado por el ataque de un insecto, da risa cuando uno se acuerda de ese tipo de anécdotas pero en el momento no cabe duda que nos sacan un buen susto.
Rodar de noche, sin importar si se conoce o no la ruta, siempre será un riesgo. Cuando he tenido que rodar en esas condiciones lo que hasta ahora me ha funcionado es bajar la velocidad para poder responder un poco mejor ante un imprevisto. Aunque ninguna otra previsión esta de mas.
He leído ya varios relatos sobre Oaxaca y se ve que tiene buenas rutas tanto para los que gustan de carretera como los que gustan de la tierra, definitivamente esta entre los lugares que tengo que ir a conocer.
Se me antojo esa barbacoa y aunque no soy de tomar cerveza bien podría hacer una excepción 😉
Nuevamente muchas felicidades por el viaje y espero que siga rodando y compartiendo sus aventuras.
Saludos desde Monterrey, N.L.
Hola Guardián.
Un verdadero honor y privilegio el leer tus comentarios. Gracias.
Sí. Parece de risa, pero como dices el susto que te ponen los insectos te puede ocasionar un accidente. Pero, soy una persona con suerte. Tienes razón, de noche hay que bajar la velocidad y extremar las precauciones. Pero con todo y lo anterior no faltan los imprevistos como ese tremendo puente de tubos y las zanjas en un camino que es de los que acostumbras rodar. Cuando quieras y puedas podríamos rodar por caminos de Oaxaca o de Puebla, esa zona limítrofe entre ambos estados tiene mucho que recorrer y después de la rodada, la barbacoa de Tehuacán (Santa María Coapan), una verdadera delicia, aún sin cerveza.
Nuevamente gracias y … ¡Nos vemos en el camino!
Saludos.
Profe. gracias por compartirnos sus letras…bonitos paisajes y bonita esa moto ehh. Creo que sus reflejos fueron de lo mejor en el puente de tubos, pues ahi frenar o acelerar de golpe practicamente nos asegura la visita al suelo, todo lo que sea metal es una trampa para las motos ya sea puentecito, rieles o coladeras.
Un saludo desde Leon Gto.
Hola Motoso.
Un gusto leer tus comentarios. Gracias.
Lo que algunos vaticinaban es que la ruta no era muy recomendable por larga y por los malos caminos. Efectivamente, ambas advertencias eran correctas, y lo tuve que compensar con la escasez de fotos. Espero que la próxima esté mejor planeada para que pueda tomar más imágenes. El puente de tubos fue el punto culminante en cuanto al riesgo de caída. No se si mis reflejos fueron buenos o me estuvo protegiendo la virgen de Juquila, el caso es que salí ileso. Pero como bien lo dices, hay que estar muy atentos a todo lo que se vea metálico.
Saludos y … ¡Nos vemos en el camino!
hola alguien podria informarme como esta de seguro para viajar en moto a mexico boy de iowa usa el plan es salir por chiahuahua amazatlan
Hola Gavino Gtz.
El tema de la seguridad en las carreteras mexicanas es muy delicado en estos momentos. Hay quien recomienda no viajar por México y hay quien se arriesga, a veces de más. Por lo que a mi respecta haré un viaje, pasando por Mazatlan tratando de llegar a Tampico. Las recomendaciones que he recibido es “no rodar por la noche o por caminos poco transitados”, “Extremar precauciones”. En tu caso, tal ve te convenga unirte al rally Mex-Usa (http://www.semanainternacionaldelamotomazatlan.com/contenidos/rally%20mex%20usa.html) que visitará Mazatlán en la semana siguiente.
Saludos
INSISTO YA ES UN GRANDE PROFE. QUE BIEN, BUEN RELATO COMO TODOS LOS QUE HA ESCRITO, ESTAS PRACTICAS LO ESTAN CATAPULTANDO AL IRON BUTT JAJAJA
SALUDOS CORDIALES PROFE
Hola mi buen amigo Rexx.
Gracias por leer y comentar, también por la insistencia. No se “grande” en qué, porque en lo que se refiere a viajar en moto, apenas estoy empezando y mucho de mi “buena suerte” es la consecuencia de haber rodado con amigos como tu. Del Iron Butt, lo único que puedo decir es que: si tengo la oportunidad de intentarlo, lo haré.
¡Nos vemos en el camino!
feliciades profe por la rodada, es una gran inspiracion para rodar a juquila, soy de tehutzingo puebla. y quiero tambien ir a juquila, alguna recomendaciones?.
Hola edgar mejia.
Gracias por leer y por las felicitaciones.
Rodar a Juquila había sido uno de mis “pendientes”, me siento afortunado por haberlo logrado, además en las condiciones en las que la pude hacer.
Ya he pasado muchas veces por Tehuitzingo, pero seguramente volveré a pasar muchas veces. Puebla – Huajuapan – Oaxaca, es una ruta que me gusta mucho y no dudo que regresaré tan pronto como pueda.
¿Recomendaciónes?
La primera es que revises que tu moto esté debidamente preparada mecánicamente para el viaje, que tenga un buen par de llantas y que te proveas de un “kit” básico para emergencias mecánicas (fundamentalmente pochaduras).
Siempre es buena idea hacer las rodadas con algún amigo o compañero. Si no dispones de mucho tiempo, la ruta recomendada es Tehuitzingo – Huajuapan – Oaxaca – Sola de Vega – Juquila y viceversa. Practicamente, todo el camino está en buen estado (salvo los tramos en reparación) y tienes la posibilidad de transitar por autopista hasta Oaxaca.
El hospedaje en Juquila es barato pero limitado. No es mala idea llevar equipo para acampar, aunque no estoy seguro de las facilidades para hacerlo, en casi todos los estacionamientos de autobuses pude ver gente acampando.
Por último, si me invitas y puedo adecuarme te acompaño.
Saludos.
¡Nos vemos en el camino!
Excelente viaje profe y gran manera de describirlo, estoy planeando un viaje a oaxaca y quiero agarrar esa ruta de acatlan de osorio y huejuapan de leon hasta llegar a oaxaca y me gustaria saber detalles de la carretera, el paisaje y la dificultad e incluso lugares donde comer y pernoctar. saludos y pendientes de retroalimentacion. Mil gracias.