Augusto Galicia López
“… si en Catarina no los encuentras ¡Regrésate! …”
Un día en Mazatán.
En un mensaje del 25 de diciembre, el buen amigo Pitol, me había dicho que el 26 empezaría con revisiones y reparaciones básicas a las motos, para emprender el viaje a Guatemala al mediodía, así que el 26 empezó un tanto “flojo” pues ya bien amanecido apenas empezaba el movimiento en el campamento de patio. A eso de las 9:00, Pitol nos invitó a desayunar atole, pan, tamales y barbacoa en un puesto de la esquina, después de lo cual empezaron a activarse los compañeros que harían revisiones, a media mañana salí para tomar algunas fotos de la Villa de Mazatán y buscar a los compañeros, pues me empezaba a pesar la espera. En el camino encontré a Omar quien me dio una noticia poco alentadora “ … la reparación de la moto del Gunman tardará hasta después de las 12:00 …” Después de caminar algunas calles y abordar un triciclo para llegar al taller de motos (que estaba a tres cuadras de la casa -campamento), me encontré con Artemio quien estaba sudando al desmontar la llanta trasera de su moto para reparar una ponchadura.
La Itálika del Gunman estaba a la espera de que le instalaran la rueda trasera. El panorama me indicaba que la probabilidad de no salir ese día era muy alta. Un poco antes de las 13:00 horas, se decidió que la salida a Guatemala se posponía hasta el otro día para no rodar de noche. A cambio de esa decisión, iríamos a la frontera para anticipar algunos trámites y rodar por Tapachula con “Los fantasmas del camino”.
En efecto, la media tarde, nos sorprendió en el camino a Frontera Talismán. Un recorrido de revisión, conocer la frontera y sus trámites burocráticos. Del lado mexicano, sin problemas, por un lado los de pasaporte, por otro los que sólo llevaban IFE. En ese momento nos sellan el pasaporte de “salida” y podemos ingresar a Guatemala. Avanzamos hacia las oficinas de inmigración Guatemalteca y, después de pagar una cooperación “voluntaria” de cinco quetzales o diez pesos, se nos agolpan los vendedores de quetzales (moneda) ofreciéndolos a $1.70, estacionamos las motos y preguntamos por los requisitos para ingresar las motos, nos informan que antes tenemos que pagar un derecho por ingresar al país, creo que son 28 quetzales y el trámite de las motos se hace después de pagar la desinfección del vehículo, otros 12 quetzales. Como no estaba planeado ingresar ese día, ahí dejamos la indagación y regresamos a territorio mexicano, con sólo una pequeña vista del aduanero en turno.
Regresamos a Tapachula y estacionamos las motos en la calle principal, junto al parque, para restaurar fuerzas y esperar a los “Fantasmas del camino”. Después de comer y saborear un helado, nos encontramos con los fantasmas y nos proponen una pequeña rodada para festejar el encuentro. Dejamos el centro de Tapachula y, después de llenar los depósitos de combustible nos dirigimos a Puerto Chiapas, en una rodada nocturna y muchas motos. Una rodada agradable con el calorcito de la costa del pacífico y la compañía de nuestros amigos Chiapanecos. Llegamos a una pequeña playa, que a esa hora está desierta y obscura, solamente se ven las luces de un barco atracado en el puerto.
Así que regresamos por el camino previamente recorrido, con dos percances a los amigos fantasmas, un rin chueco por un bache inesperado y una cadena zafada por desgaste excesivo de una estrella del sproke. Este último evento, nos separa del grupo que sigue rodando sin darse cuenta del percance. Después de cerca de media hora de revisión, y ante la imposibilidad de hacer cualquier intento por reparar el desperfecto, el amigo fantasma decide llevar su moto al domicilio cercano de un familiar, así que me despido de él y reanudo el camino para alcanzar al grupo. Lo encuentro en el entronque a Mazatán de la carretera Arriaga – Tapachula y después de los pormenores de la tardanza, nos despedimos de los fantasmas y regresamos a la casa – campamento en Mazatán. ¡Todo está listo para ingresar a Guatemala al día siguiente! Aunque, después de la visita a la frontera, hubo algunos cambios de planes, porque quienes no tienen pasaporte no podrán ingresar las motos a suelo chapín, por lo que Artemio y Omar deciden modificar sus rutas y rodarán hacia Comitán y Palenque, mientras que el Rabitt acompañará al Gunman como copiloto para seguir hacia Guatemala, el Profe. Pitol, con su hija, y yo seguimos en el plan inicial ¡Llegar a la Antigua.
Hacia Guatemala.
El 29 por la mañana, pasaditas de las 9:00, empiezo a rodar acompañando a Artemio, su esposa Rosa, y a Omar con Marco, quienes harán el viaje hacia Comitán y Palenque; me detengo en la entrada de Mazatán, y les deseo buen viaje, los veo alejarse y aprovecho para tomar fotos del venado que le da origen al nombre de esta Villa. Regreso a la casa – campamento y, ahora sí, iniciamos el camino a Guatemala, el Gunman lleva de copiloto (mochila dirían los MotoRuteros) al Rabitt, Pitol va acompañado de su hija en la segunda moto y quien esto escribe cierra el grupo de motociclistas.
El trayecto hasta la frontera sin ningún tipo de incidentes, solamente hacemos alto en una estación de gasolina muy cerca de la frontera, para llenar los tanques y no correr riesgos en el camino, y el Prof. Pitol, nos pone al tanto en algunas claves de comunicación, al adentrarnos en territorio chapín.
En el pequeño video [youtube]http://www.youtube.com/watch?v=JHSHtobJNuw&feature=youtu.be[/youtube]
se muestra la llegada a Talismán.
En algunos minutos más estamos frente a la ventanilla de ingreso a Guatemala, consiguiendo el sello de entrada de nuestros pasaportes, después de pagar los 28 quetzales comentados, y ahora a pagar la desinfección para hacer el trámite final para el ingreso de las motos. Va primero el Profe. Pitol, no tiene problemas, luego va el que esto escribe, después de la revisión de documentos, el pago de 160 quetzales y la entrega de las copias de la documentación solicitada (pasaporte, tarjeta de circulación de la moto y licencia), estamos listos para la revisión física de las motos y la entrega de la calca de turista, así como el documento de ingreso del vehículo; pero falta el Gunman, y surge un problema, no tiene tarjeta de circulación y la oficial guatemalteca asevera contundente “… Usted, sí puede entrar, la moto NO …! Ante el obstáculo, empieza la espera y el análisis de posibilidades de entrada, Pitol da algunas sugerencias, finalmente el Gunman, decide acordar alguna alternativa con un oficial guatemalteco y después de las 13:30, el oficial le indica a nuestro amigo Gunman que lo siga porque va a ingresar. Estamos listos para continuar, pero al mover mi moto, veo que la palanca de velocidades (¡Otra vez la palanca!) se ha salido de su lugar, así que quedamos con el Gunman de vernos en la primera gasolinera que veamos en territorio chapín.
Con la ayuda de Pitol, trato (tratamos) de arreglar el desperfecto, sin éxito, por lo que decido continuar en esas condiciones hasta donde pueda encontrar una mejor solución.
Nos adentramos en el territorio chapín y antes de un kilómetro encontramos una gasolinera, así que nos disponemos a esperar al Gunman y al Rabitt. Enfrente de donde estamos vemos un tallercito mecánico donde están arreglando una camioneta y pregunto por alguna rondana que me pueda servir para arreglar el desperfecto de la Inazuma. Pitol me recomienda que lleve la moto y que el joven mecánico trate de buscarle una solución. Finalmente, el joven mecánico guatemalteco acaba poniendo una rondana con dos puntos de soldadura al perno de la palanca de velocidades y parece quedar arreglado el desperfecto.
Y seguimos a la espera de nuestro compañeros. Como ya ha pasado un tiempo considerable, le propongo a Pitol mi regreso a la aduana, para indagar sobre el paradero de nuestros amigos, así que otra vez estoy llegando a la aduana de El Carmen, antes de que me de cuenta se me juntan muchos jovencitos guatemaltecos “Do you speak spanish, mister” dicen algunos de ellos, “Hablo español, les contesto” y se dan cuenta de que soy mexicano. Casi de inmediato aparece otro joven diciendo “Me dijo su líder que lo espera allá atrás”, señalando hacia una de los locales comerciales y agrega “… es el capitán América y está con Alejandro, me dijeron que lo esperaban, si quiere estacione su moto y yo lo llevo” … volteó hacia donde señalaba y dos sujetos, con vestimenta de choppers, agitan sus manos. Está bien, le digo, voy a estacionar y te sigo, le doy vuelta a la moto y arrancó con normalidad, y enfilo hacia la gasolinera donde se encuentra el Profe. Pitol con su hija, le comento de lo sucedido y nos estacionamos a seguir esperando a los compañeros. No han transcurrido ni dos minutos cuando un motociclista en una cuatrimoto se estaciona junto a mi y me pregunta “¿A donde van?” A Guatemala, le contesto “¿Van a ver al Zorro?” No, le digo, no se quien sea el Zorro, a quien conozco es al Steel biker, “No me acuerdo quien es el Steel biker” … y recibe una llamada por el celular y escucho frases como “Te voy a dejar el pedido …” “Sólo que un poco más tarde … porque tengo que pasar por el camión” y empiezo a sentir cierta desconfianza. Termina de hablar y me dice “Te voy a enseñar unas fotos mías donde me veo participando con el Zorro” y empieza a mostrarme fotos donde él aparece con muchos motociclistas, parecen eventos de clubes de motociclismo, de pronto se detiene en una y me dice “Creo que este de aquí es el Steel biker”, señalando una foto de él con un motociclista ya mayor y con una larga barba blanca. En ese momento aparece el oficial guatemalteco, que se llevó a Gunman y Rabitt, junto con otro oficial, y nos dice que ya tiene rato que ingresaron a Guatemala, pero nos esperan en una gasolinera como a 10 km de distancia, así que nos despedimos del motociclista de las fotos y avanzamos en busca de nuestros amigos. Ya se nota mucha inquietud y desconfianza en los comentarios de Pitol, y para colmo, no hemos avanzado ni un kilómetro y nos detiene un vehículo policiaco. Revisan nuestros documentos y volvemos al camino para encontrar a nuestros amigos. Llegamos a la entrada de Malacatán y el Profe. Pregunta algo y se encamina hacia el centro de Malacatán, se detiene en el entronque y le pide a su hija que trate de comunicarse con nuestros amigos que, al parecer, ya habían mandado algunos mensajes. La respuesta de ellos es que se encontraban en una gasolinera en un lugar llamado Catarina, así que con algunos recelos por parte de Pitol enfilamos hacia Guatemala para encontrarlos en el lugar mencionado. No obstante, a unos cuantos metros de haber reiniciado la marcha, encuentra a un ciclista y le hace alguna pregunta. Al terminar de hablar con el ciclista, voltea la moto y me dice “Voy a regresarme de aquí, no tengo la certeza de que estemos seguros y no puedo arriesgar a mi hija, si quieres seguir, te recomiendo que … si no los encuentras en Catarina… ¡Regrésate!
Nos despedimos y le sigo hacia Guatemala con un poco de incertidumbre por el regreso de Pitol y la ausencia de nuestros amigos. Ruedo por unos diez minutos y veo una estación de combustible y me pregunto ¿Será esta la estación de Catarina? No he terminado de tratar de darme una respuesta cuando veo una moto estacionada y dos figuras conocidas sentadas en el pasto junto a la carretera ¡Vaya, aquí están el Gunman y el Rabitt! Les comento brevemente lo sucedido y me dicen que los metieron por una terracería y que encontraron la carretera ya muy adentro de Guatemala, todavía intercambian dos o tres mensajes con Pitol y decidimos seguir para aprovechar la luz del día que ya está muy avanzado.
La llegada a Mazatenango, Guatemala.
Rodar y seguir rodando, pero en territorio guatemalteco, los kilómetros se van sucediendo y el atardecer empieza a vestirse de gris, anunciando que la oscuridad es inminente. Vemos una gasolinera y el Gunman se detiene, la pregunta es obligada ¿Vamos a rodar de noche? … ¡No creo que sea buena idea! Le comento … Creo que es mejor que busquemos algún lugar para hospedarnos y seguir por la mañana, les sugiero y como respuesta, muestra el mapa para ubicarnos. Estamos en un lugar que se llama Cuyotenango y la población cercana más importante parece ser Mazatenango. Preguntamos a los empleados de la gasolinera qué tan lejos está y nos responden que faltan 6 kilómetros para llegar a Mazate. Así que acordamos llegar a dicha población, comer algo y buscar hospedaje. La cena estuvo acompañada de Bravha, una cerveza local aceptable, pero nada más (ligeramente afrutada con un aroma a malta muy tenue, poco lupulada por lo tanto con poco amargor, con poco carácter y ligera). Al salir del restaurante, a punto de abordar las motos, escuché un grito “… caballero, olvida algo …” era una de las chicas que nos habían atendido y que llevaba en las manos mi computadora que había olvidado sobre la mesa ¡Vaya lección de honradez!
Para mi buena suerte. La visita a Guatemala, definitivamente, estaba siendo muy buena.
La Antigua, Guatemala.
Hasta este momento, las carreteras guatemaltecas que hemos transitado me hacen recordar a los años 70 en México, cuando la enorme mayoría de carreteras eran de doble sentido y sólo había tres o cuatro autopistas de doble carril, además, el ritmo al que avanzamos es muy lento, porque en el trayecto hay tres o cuatro ingenios y es la época de la zafra, así que encontramos dobles remolques muy grandes que llevan caña y ruedan extremadamente lento.
La mañana del 28 de diciembre, empezó temprano. A las 7:00 AM empezamos a rodar, el Rabitt comentó “… No habíamos salido tan temprano en este viaje …”. La hora estimada de llegada a La Antigua oscilaba entre las 9:30 y las 10 de la mañana. El viaje fue lento, acorde con el desconocimiento de la ruta y de las costumbres en un país diferente.
Al llegar a Escuintla, el Gunman empezó a preguntar por el camino de La Antigua y poco a poco fuimos acercándonos a la primera capital del país Chapín, conforme ascendíamos, el aire que nos pegaba empezaba a ser más fresco. Los pormenores del viaje, se ven mejor en el video que fui tomando durante el recorrido [youtube]http://www.youtube.com/watch?v=ApxQDmUc7h8&feature=youtu.be[/youtube]
Alrededor de las 11:00 AM estamos entrando a La Antigua, una ciudad completamente turística con calles empedradas y viejas casonas, según yo le da un parecido a las ciudades coloniales mexicanas, particularmente a San Miguel de Allende o al pequeño pueblo mágico de Real del Monte.
Después de dos vibrantes vueltas por las callecitas empedradas, dejamos las cabalgaduras en un estacionamiento de 24 quetzales la hora y recorrimos el centro en un plan absolutamente turístico, el punto culminante fue la comida en “Chiminos”, un restaurante lleno de turistas, como nosotros, donde la primera “orden” al mesero fue “cerveza Gallo” (muy parecida a la Bravha, aunque un poco más lupulada y con mejor carácter), para el Gun y para mi y alguna bebida refrescante para el Rabitt, a falta de la “sangría” que el mesero no entendió que era. Después de esta comida, fuimos por las motos e hicimos un recorrido al mirador de la ciudad, y buscamos el arco que aparece en muchas fotos promocionales de esta ciudad, para los indispensables recuerdos de nuestro paso por aquí.
Finalizado el último recorrido, me despido del Gunman y del Rabitt, ya que ellos deciden pernoctar aquí y yo decido regresar a Mazatenango, hospedarme ahí y emprender el regreso al día siguiente, para no arriesgar algún incidente en la frontera que ponga en riesgo mi promesa de llegada el 30 por la tarde.
Empiezo a rodar hacia Mazatenango, en algún punto de la autopista Escuintla – Guatemala, siento que voy por el camino equivocado así que tan pronto veo a unos jóvenes haciendo talacha en su auto, me detengo a preguntarles y me indican que voy bien, pero que en la siguiente bifurcación no me vaya a equivocar en tomar la salida a “Mazate”. Llego a la bifurcación, bien señalada, ahora sí, no tengo duda, ya voy rumbo a Mazatenango. Mi viaje dura alrededor de 2.5 horas por lo que llego al centro de dicha población todavía con luz del día, por lo que no tengo ningún problema para llegar al mismo hotelito del día anterior, hospedarme y salir a cenar para mandar los mensajes del día. Ceno un vasto platillo de camarones al estilo chino, que me parece un poco excesivo, platico con las personas que atienden el lugar y me preguntan sobre los riesgos de cruzar México hacia los Estados Unidos, solamente les recomiendo que en lugar de ingresar a México ilegalmente, lo hagan de manera legal para no ser sujetos de abusos. Salí pensando que mi recomendación fue bastante torpe, pero ¿Qué otra cosa podía hacer?
El regreso a casa.
La madrugada del 29 de diciembre, me sorprende con un fuerte dolor de estómago y con los síntomas inconfundibles de una infección intestinal, lo cuál retrasa una hora mi salida, hasta que no empiece a sentirme mejor. Casi dos horas tengo que aguantar el dolor abdominal; pero, por fin, me siento un poco mejor e instalo el equipaje en la moto y salgo alrededor de las 7:00 AM hacia la frontera con México. El poco tránsito, por la hora temprana, me facilitan el viajar con rapidez, poco que comentar salvo la detención, cerca de Coatepeque, para revisión de cítricos (existía una cuarentena para evitar el ingreso de un tipo de mosca).
Alrededor de las 10:00 AM ya estoy en la frontera de Tecún Umán, listo para ingresar a México, sale una oficial de migración me pide los documentos de ingreso de la moto y mi pasaporte, después de unos 10 minutos, me devuelve el pasaporte sellado y me indica que avance hacia la garita para salir de Guatemala, cruzo el puente internacional, entre muchos peatones y pasajeros en triciclos, y ahora van los trámites de ingreso a México, estaciono la moto, y me formo en la fila de inmigrantes para sellar el pasaporte, sin problema, ahora ya puedo pasar con los oficiales de la aduana para que hagan la revisión física del equipaje, el oficial aduanero, solamente me pregunta si compré licor o tabaco en Guatemala, y al responderle que no, me permite el paso hacia el territorio mexicano. La frontera mexicana por la que ingreso es Ciudad Hidalgo [youtube]http://www.youtube.com/watch?v=V1boy65L9V4&feature=youtu.be[/youtube]
Sigo las señales y llego a la autopista que me conducirá a Tapachula. ¡Vaya diferencia de carreteras! Ahora, me centro en mi destino de hoy, Tuxtla Gutiérrez, sólo que iré por Arriaga para minimizar tiempo, así que pasó por Tapachula y sigo hacia mi destino del día. Lo único relevante de esta parte son las revisiones, una aduanera y otra militar de que soy objeto, tal vez por rutina o tal vez por lo voluminoso de mi equipaje, sin problemas, solamente un poco de tiempo perdido por el atar y desatar el equipaje. Al llegar a Arriaga, me detengo en una gasolinera, porque ya voy con la indicación de reserva y aprovecho para rehidratarme porque el calor es muy intenso a pesar de que estamos en invierno.
Reviso la ruta y a poca distancia de aquí puedo encontrar la entrada para la autopista a Tuxtla Gutiérrez, así que me anima el saber que en poco más de una hora, ya estaré en la capital Chiapaneca. La autopista de Arriaga a Ocozocuautla, es casi una autopista escénica, sin faltar tres túneles que le agregan un toque de modernismo, otra vez me asalta la idea ¡Vaya diferencia de carreteras! Llego a Tuxtla y cuando estoy desatando el equipaje empiezo a sentirme mal ¡Es el efecto tardío de los camarones de Mazatenango! Por suerte, el personal del hotel es muy amable y servicial, así que le pido a uno de ellos que me consiga una buscapina en la farmacia y después de tomar la dosis recomendada en la caja del medicamento, me dispongo a descansar para continuar mi regreso al día siguiente.
¡Bendita medicina! La madrugada del 30 de diciembre me sorprende aparentemente repuesto y dispuesto a continuar la ruta. Así que después del ritual del equipaje abandono esta hermosa ciudad, con la única nostalgia de no haber ido a “Las Pichanchas” por un “pumpo”, es decir, ya tengo pretexto para regresar. Llegando a la caseta de Ocozocuautla, me detienen otra vez en un retén militar y al comentarles de las revisiones de los retenes anteriores me bromea un soldado “… lo detuvimos porque nos gustó su moto …”.
La única ventaja es que aprovecho la parada para ponerme el impermeable, porque se ve ligeramente nublado
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=wOywA01kCdA&feature=youtu.be[/youtube]
… Rodar y rodar … Dice la canción de José Alfredo, y fue lo que ocurrió entre Ocozocuautla y Coatzacoalcos y parecía que sería así hasta Puebla, pero de pronto, alcanzo una moto con equipaje y pasajero y me digo “… aquí van otros viajeros …” y al emparejarme reconozco la moto de Artemio y Rosa, su esposa, les hago señas y me detengo para saludarlos, ¿Ya tan rápido? Me pregunta Rosa, ni modo, hay que estar en la cena de fin de año con la familia. Nos comentamos las generalidades de nuestros respectivos viajes, ellos estuvieron en Montebello, Comitán, Agua Azul, Palenque y Villahermosa y dejaron a Omar y Marco al empezar la autopista porque ellos regresaron por carreteras libres. Nos despedimos y sigue la canción de José Alfredo, hasta Cosamaloapan, donde otra vez tengo que cargar gas, y como me siento mucho mejor, ingiero un bocadillo espanta hambre, para no correr riesgos.
Cuando paso Orizaba, me doy cuenta que ya empezó a parpadear la indicación de reserva, pero no hay estaciones de servicio, así que salgo de la autopista, entro a Ciudad Mendoza y encuentro el abrevadero para saciar la sed de mi montura, después de lo cuál, regreso a la autopista, para enfrentar las hermosas curvas de Maltrata ¡Un verdadero deleite!
Al llegar a la caseta de Amozoc, encuentro una larguísima fila de autos … ni modo … voy por la derecha … ¡Que suerte …! Al ir llegando al pago, abren una nueva posición y no tengo que recibir los recordatorios maternos. La llegada a Puebla ocurre en pocos minutos y en cuánto veo a mi esposa empiezo a contarle los pormenores del viaje iniciado el 24 por la mañana.
Finalmente, todo salió muy bien, recorrí 3045 km en estos siete días, lo cuál no implica ninguna nueva marca, pero sí un viaje que al principio de año ni siquiera había imaginado. Me quedan algunos puntos que espero pueda afinar en un próximo viaje: mejorar el “check list” de la revisión antes de la salida (el seguro de la palanca de velocidades, es seguro que no lo pusieron bien en la agencia), incluir medicamentos básicos en el botiquín de viaje, preparar mejor el aseguramiento del equipaje (es muy molesto y tardado estar atando y desatando), adecuar mejor los extras de la moto (prácticamente no me sirvió el GPS porque el cargador se dañó antes de llegar a Tuxtla en la ida), y los pequeños detalles que seguramente recordaré conforme vaya viendo en retrospectiva hacia este viaje inimaginado y tal vez por eso extremadamente placentero y significativo.
De mi familia, no podré agradecer en lo que me resta de vida el invaluable apoyo de mi amada esposa Delia y de mis queridos hijos Augusto y César, por su infinita paciencia y comprensión, sobre todo, por las rodadas que faltan, porque ésta es sólo el principio.
Gracias a quienes tuve el privilegio de acompañar en alguna parte de esta rodada: El Gunman (Miguel Ángel Sosa Peralta) Profe. Pitol (Miguel Angel Aguirre Pitol) y su gentil esposa, el Rabitt (Marco Antonio Ramírez), Artemio García Arizmendi y esposa, Omar Pizano, Marco, a los fantasmas del camino.
Ah, por supuesto, si llegaste hasta aquí, ¡Gracias a ti! Por haber soportado estas líneas que quisieron reflejar algunos de los momentos que difícilmente se pueden expresar con palabras.
¡Nos vemos en el camino!
Que buen Relato!!!!
Que buen viaje!!!!
Que buena experiencia!!!
Felicidades Augusto y Muchas gracias por documentar y compartir tu rodada.
Llevas muy buen ritmo, si sigues así no me queda duda que pronto estarás ahaciendo un viaje por toda la república.
Un abrazo…
Ahhh!!! y Aguas con los Camarones!!! 😉
Nos vemos en el camino… De Hi-Vis y Reflejantes
Mi buen amigo Zolín.
Primero. Gracias a ti, por leer y comentar.
Después, no imagino salir a rodar ni a la esquina, sin el apoyo de los amigos de MRM, especialmente de quienes han rodado conmigo y de quienes me han inspirado y animado con sus relatos.
Viajar por la república, además de un propósito, tal vez deba ser una obligación. Espero poder empezar en este mismo año. Juquila es la segunda escala de este año, sería una lástima que la hiciera en solitario.
Totalmente de acuerdo contigo, tendré mucho cuidado con los camarones al estilo chino, y también incluiré buscapina entre los “indispensables” de cualquier rodada.
Un abrazo y seguramente tendremos otras rodadas por compartir.
¡Nos vemos en el camino!
TOTALMENTE DE ACUERDO
Buen día profe Augusto, gracias por compartir esa tremenda experiencia, por las imágenes y por enseñarnos un poco (mucho) de su amor por los caminos. Ya rodamos pronto, va? Abrazo fraterno
Hola Arturo.
Gracias a ti por leer y comentar. Podemos rodar tan pronto como tengamos un tiempecito común.
Saludos y … ¡Nos vemos en el camino!
Que emocionante fue ese viaje, y bueno, mas para ustedes que lo vivieron, espero un día llegar mas lejos, mi objetivo, Costa Rica.
Gracias por el relato, estuve esperando la segunda parte.
Hola HeeroMagami.
Gracias por leer y comentar.
Sí. Fue un viaje emocionante en muchos aspectos, por ejemplo, la distancia que por primera vez estuvo en la categoría de “algunos miles de kilómetros”, el rodar la mayor parte del tiempo en solitario, entrar a un país vecino, donde se tienen alertas de inseguridad por la SRE y la mayor emoción fue haber estacionado mi moto frente a la casa después de recorrer esos más 3000 km.
Seguramente cumplirás tu objetivo de viajar a Costa Rica y tendrás muchas más emociones.
Mientras tanto, sigue haciendo experiencia por los caminos morelenses y vecinos para lograr tus obejtivos.
Saludos
¡Nos vemos en el camino!
si que le has sacado provecho ala RC gunman dime cuantos kilometros a recorrido. y buena rodada saludos..
buena rodada compañeros saludos desde la frontera norte ese gunman si que le has sacado provecho ala RC dime cuantos km has recorrido?
saludos desde la frontera norte ese gunman si que le has sacado provecho ala RC cuantos km a recorrido en total y buena rodada..
Hola Heriberto.
Gracias por leer y comentar.
Desgraciadamente no puedo decirte cuántos km ha recorrido la RC del Gunman, creo que a mediados de agosto, andaba por los 40000 km. Puedes localizar al Gunman en la cuenta de FB.
Saludos.
¡Nos vemos en el camino!
Este relato me encanta, inicia muy tranquilamente, y sin notarlo me puse nervioso de leerlo justo en la entrada a Guatemala con el asunto del steel biker
que bueno que no paso de eso…
y que regreso con bien
saludos!
Hola Wolf Immanis.
Gracias por leer y comentar. Afortunadamente, todos regresamos bien, los que entramos a Guatemala y los que no. Desafortunadamente, no podemos sustraernos a la información que nos abruma con malas noticias sobre las fronteras o, concretamente, sobre Guatemala. Desde el gobierno federal, la SRE nos advierte de peligros al viajar por las carreteras guatemaltecas, portando placas mexicanas, luego las historias sobre la inseguridad, y casi sin pensar generamos un poco (o mucho) de psicosis, que me mantuvo algo tenso durante el viaje. De regreso en México, supe que “El Zorro” es en realidad el motociclista más famoso de Guatemala, que recién organizó una rodada al Santuario del Cristo Negro en Esquipulas y reunió a miles de motocicletas, en un evento que fue declarado “Patrimonio Cultural de Guatemala” y los miembros del club Steel Biker estuvieron presentes en la rodada.
Espero volver a rodar por Guatemala, sin tanta premura y sin tensión. Espero me acompañen muchos compas de MRM. Saludos y …
¡Nos vemos en el camino!
Qué buen relato!, un saludo desde Tijuana
Hola Omar:
Gracias por leer. Muy lejos para planear una rodada de fin de semana, pero tal vez … Algun día. Saludos
¡Nos vemos en el camino!
Odio cuando te quedan varios km por delante y por algunas cosas no puedes salir o seguir, entiendo perfectamente eso de “empezaba a pesar la espera” y prácticamente se perdió la guerra por un clavo (rodada en espera). Un evento tras otro, sería fácil y muy supersticioso pensar que esos eventos son cruciales como para pausar la rodada, incluso como para regresarte, cuando lo único que es son descuidos, falta de previsión y sobre todo mala calidad en componentes.
Me imagino que para los “hermanos bikers” que hicieron una rodada que implicaba cruzar a otro país no se les ocurrió que podría usar pasaporte, pero también podemos dar el beneficio de la duda y que el hecho de que se “aventaron” por el impulso a hacer dicha roda no les permitió prever que utilizarían un documento de esas dimensiones…
Cuando hablas de “acordar alguna alternativa con un oficial” realmente a que te refieres, hay algún otro método para pasar la aduana sin tarjeta de circulación?
De ahí la importancia de esperar siempre a las personas con quien rodamos, a veces nos toca aprender de la mejor forma da mucho que pensar eso “Me dijo su líder que lo espera allá atrás”, señalando hacia una de los locales comerciales y agrega “… es el capitán América y está con Alejandro, me dijeron que lo esperaban, si quiere estacione su moto y yo lo llevo” como pudo ser una mala coincidencia de alguien que quería atracarlos o algo peor, ojala en próximas rodadas podamos hacer el esfuerzo para comprar unos radios los cuales nos mantengan en comunicación y siempre esperar y rodar todos juntos no sabemos en qué momento se pueden dar cosas como estas.
Esta parte me deja sin palabras, ““Voy a regresarme de aquí, no tengo la certeza de que estemos seguros y no puedo arriesgar a mi hija, si quieres seguir, te recomiendo que…” seguramente Pitol sabe que le dijeron y bueno no está para más arriesgar así la vida y menos de los que amas y has protegido toda una vida, dicen que en los peores momentos es cuando conoces a la gente… Y se me hace sumamente temerario que se regresara solo, si alguien buscaba separarlos seguro había logrado su cometido, habría sido mejor permanecer juntos. Ahora por qué Pitol no compartió lo que le hizo regresarse y por qué dejar todo botado es difícil de comprender…
Considera que fue muy apresurado, extremo que Pitol se regresara y no pudiera disfrutar del viaje, que haya sufrido un estado paranoico y que está más que claro que cualquier padre que se digne de serlo protegería a lo que más quiere, eso no lo ponemos a discusión pero realmente se sentía un peligro, se sentían observados, seguidos, inseguros?
“3045 km en estos siete días, lo cuál no implica ninguna nueva marca” digamos que es algo cualitativo incluso cuando rodamos los domingos nos sentimos satisfechos pues hacemos lo que nos gusta que es rodar y si lo puedes hacer por varios días y conocer varias cosas, que diablos pues hagámoslo, amemos lo que hacemos y disfrutemos cada KM como si fuera el último.
Cada rodada, larga, corta, mediana cada rodada nos deja un aprendizaje significativo pues vamos aprendiendo de cada una de ellas, las experiencias nos nutren, y hacen que hagamos esto con mayor facilidad (aparentemente) mejoran nuestro ritmo de rodada y algo que debemos de tener cuidado es de no caer en la falsa confianza (me paso en mi viaje a Guerrero – Puebla) Por cierto me gustaría que en la primera oportunidad en que los planetas se alinean podamos ir a “Las Pichanchas” por un “pumpo”.
Debes de saber que no fue difícil “soportar” tus líneas, al contrario me mantuvieron al filo de mi asiento y me hicieron transponer es barrera entre mi monitor y la realidad que viviste, gracias por hacernos cómplices de tan elevada ruta la cual sin duda invita a salir a rodar, hacer lo propio y a pesar de todos los errores, tanto directos como indirectos nos invitan a aprender y mejorar lo más que podamos.
Ya por último perdón por leer hasta este momento el cierre de tu viaje, nuevamente y no me cansare de decirlo “me pongo de pie y me quito el caso (sombrero) ante tan gran persona que sirve de ejemplo a seguir desde muchas perspectivas, intelectual, profesional, actitudinal, etcétera y podría seguir sinceramente gracias por compartir y no dejar de hacer eso que tanto disfrutamos.
Saludos y nos vemos en el camino verde hi-vis.
Hola Alex.
Gracias por leer y tomarte tiempo para tus maravillosos comentarios.
Es casi una regla el conceder que no es agradable esperar, aunque en este caso, supongo que por la duración de las rodadas de los compañeros, en el caso del Rabitt desde León y del Gunman haciendo el recorrido por la vía más larga, la pausa para “las reparaciones básicas” era practicamente indispensable; aún así, la espera me pareció tediosa, por otra parte y con un poco de previsión por mi parte, hubiera podido aprovechar ese día para anticipar el desperfecto de la Inazuma.
La falta de pasaportes creo que proviene de algunas ideas muy arraigadas acerca del ingreso a Guatemala, en las que se cree que nuestra calidad de mexicanos es suficiente para ingresar (tengo un amigo chiapaneco que me aseguraba, después de que yo había regresado, que el pasaporte no es necesario para entrar a Guatemala, que basta con el IFE). Pero además del pasaporte vigente con 90 días de margen, es conveniente resaltar que los documentos oficiales de la moto son indispensables para poder superar cualquier eventualidad.
Con respecto a la “alternativa con un oficial”, prefiero que sea el Gunman quien lo comparta, pues caulquier cosa que yo pueda decir resultará ajena a la realidad.
El episodio de los jóvenes guatemaltecos y el capitán América me parece aleccionador en el sentido de que si permites que alguien abuse de tu buena fe o ingenuidad, no hay garantías para tu integridad y, por supuesto, que es una magnífica idea contar con algún dispositivo de intercomunicación que nos apoye en situaciones de desconcierto como las que vivimos en ese día.
La parte del viaje en donde Pitol decide regresar, es la que me parece más impactante, claro que se entiende su condición de padre preocupado por la integridad de su hija. Desde que empezaron los contratiempos en la aduana, noté que sus comentarios fueron de inseguridad. Más aún, después de los eventos del día, el haber ingresado y ser detenidos a menos de 2 km de la frontera pareció haber sido el agua que derramó el vaso. Mi opinión es que actuó con precipitación, porque como dices, el separarnos nos hacia más vulnerables. Por mi parte, después del incidente del motociclista, me sentí un poco temeroso, pero conforme iba avanzando hacia el encuentro con los compañeros, encontraba la forma de darme ánimos para no desistir y continuar hasta La Antigua, aún en solitario, en el supuesto de que no los hubiera encontrado.
Las marcas en esta estimulante disciplina no son lo que me mueven, aunque siempre estoy procurando rodar más seguro y si se puede un poco más rápido. Los 3045 km en siete días dan un promedio de 435 km por día, que me parece bastante aceptable para un novato en estas lides y, claro, que me siento satisfecho con eso, pero procuraré rodadas con mejores cifras, pero sobre todo, que sin importar las cifras disfrute cada km plenamente.
Los pumpos en las pichanchas son un magnífico pretexto para regresar a Tuxtla Gutiérrez, con alineación planetaria o sin ella, si lo crees pertinente, empieza por proponer una fecha y vamos viendo la posibilidad.
Es un gusto saber que no fue difícil soportar mis líneas y soy yo quien se siente agradecido por los comentarios vertidos por quien se toma la molestia de hacerse cómplice de mis momentos encima de la moto.
Por último, agradezco tantos buenos adjetivos hacia mi humilde persona ya que me animan a seguir rodando y a compartir lo poco o mucho que me va quedando de esta pasión que tanto me ha nutrido en el pasado año.
Un abrazo fraterno y ¡Nos vemos en el camino! … verde de hi-vis … o blanco de reflejantes.
Hola Augusto, te saludo desde Guatemala. He seguido este blog y especialmente el de http://gn125h.wordpress.com/ donde participa Almighty (que es el que recuerdo mas por el nombre :P).
Te comento, vivo en ciudad de Guatemala, pero soy originario de Quetzaltenango, que está a 200 km de acá de la capital, rumbo al occidente. La frontera con Mexico, en Tapachula, nos queda relativamente cerca a los quetzaltecos. Como recomendación, y con el fiel deseo de que vuelvan de nuevo por estas tierras, te recomiendo que la ruta a seguir para la Antigua sea la que pase por mi tierra, ya que hace ya algun par de años que se concluyó con la remodelación y mejoramiento de la carretera CA9, que es la que conduce directamente a la capital y en la cual existe también un desvío hacia la Antigua Guatemala. Aunque alclaro, te hablo de una carretera en buenas condiciones a partir de Xela (como se le conoce a mi ciudad natal) hacia la capital, el resto aun mantiene muchos problemas, pero que igual, en la gran mayoría son seguras a pesar de la psicosis general que existe en nuestros países.
Si deciden volver, ya sabes que en Xelajú (Depto. de Quetzaltenango), en Tecpán (Depto. de Chimaltenango) y en la capital, tienes tu casa, pues por fortuna tengo familia en los tres lugares, por lo que perfectamente la ruta está segura.
Yo, tengo apenas un par de semanas de experiencia de andar en moto, recién adquirí la gn125, “penélope”, penny para los amigos… 😛 y pues allí ando, en pleno rodaje para asentar el motor, aunque aun no recorro mucho porque no me han entregado los papeles y placas de la moto, pero ya pronto me veo yendo hacia la Antigua pues me queda cerca.
Cuando vuelvas, ojalá ya cuente yo con una cilindrada mayor para poder llegar por ti a Tapachula, y acompañarte en la rodada por estos lares.
Te dejo un gran abrazo,
elChiríz… 🙂
P.D.: Que linda tu inazuma brother! 🙂
hola chiriz que gustazo que nos sigas desde guatemala, ojala mas gente de por alla nos visite, bienvenido y no dejes de mandarnos tus relatos ,comentarios y claro muchas fotos de ese bonito pais,
saludos desde el centro de Mexico
tequisqromex.
nos vemos en el camino.
Hola Chiriz.
Muchas gracias por leer y comentar.
Indudablemente que pienso regresar con más tiempo y deseos de conocer lo que siempre me ha interesado de tu hermoso país, especialmente la zona arqueológica de Tikal y el santuario del Cristo Negro en Esquipulas, posiblemente pueda hacer un recorrido que se inicie en Tapachula y termine en El Ceibo. De antemano agradezco tu amables ofrecimientos, que aceptaré cuando se de la oportunidad, por supuesto que me gustaría que me acompañaras desde el ingreso a Guate, siempre es importante tener compañeros durante la rodada y si es hermano Guatemalteco en Guatemala, mejor, recibe a cambio los míos para cuando te decidas visitar México, especialmente la ciudad de Puebla, que es donde resido. Con respecto a tu experiencia en moto, sólo es cuestión de tiempo, paciencia y práctica para que podamos rodar juntos, ya sea en Guatemala o en México, sería un privilegio para mi.
Que bueno que te gustó la Inazuma, es una buena moto, me resultó magnífica durante el viaje.
Seguramente, pronto estaremos detallando los pormenores de una rodada. Por lo pronto, recibe un saludo y abrazo fraternal desde México.
¡Nos vemos en el camino!
Me voy a permitir llamarlo Profe!, como muchos de los camaradas que aquí lo saludan. De nuevo, creo que todo está dicho, Felicidades, Gracias, etc…
Desde Dic. del 2012 logré hacerme de una Fazer 16 2013, hoy día cuenta ya con 18000 kms mismos que he “gastado” recorriendo la Ciudad de México (si bien no es de lo mejor, tampoco me arrepiento de uno solo de esos kilometros). En fin, desde entonces (y por que es naturaleza humana :p) he buscado identificarme con alguien con la misma pasión por las motos hasta hoy sin éxito, el único contacto que tengo es este, MRM en dónde he tenido la oportunidad de DISFRUTAR relatos de todos los colores y sabores, ya los había perdido un poquito y por eso hasta ahora estoy terminando de leer su segunda parte del viaje a Guate y wow, que experiencia así como el Costa a Costa.
Definitivamente entre las gente que escribe aquí y los que comentan se siente una camaradería grandiosa, a la cual espero me dejen sumarme en algún momento.
También espero en cuanto tenga la oportunidad y EL VALOR de salir a rodar con “la Baby” (bautizada así por mi chica.) más allá de las fronteras urbanas de la Ciudad de México me permitan compartirles la experiencia si es que está la altura de ser compartida…
En fin, tengan la certeza de que seguiré leyendo lo que nos comparten y no sólo leyendo, sino DISFRUNTANDOLO…
Saludos!
Hola otra vez amigo RomoNet.
Aunque no lo parezca o no se crea, ya había contestado este comentario, pero posiblemente por fallas en mi conexión de internet no se ingresó cuando lo hice, así que va otra respuesta.
Muchos de nosotros (radicados fuera de la ciudad de México) quisiéramos tener al menos 100 de esos 18000 km en la enorme y compleja ciudad capital de nuestro país, ¡Algún día será!
Realmente me da gusto (y seguramente a otros aparte de mi) que disfrutes de estos relatos, que escribimos más con entusiasmo que con oficio.
Tienes razón, existe una gran camaradería entre los integrantes de este grupo, creo que es una de nuestras fortalezas.
Las fronteras urbanas son una ilusión, cuando menos lo pienses estarás rodando con tu baby por donde te lo propongas y por supuesto que esperamos que compartas la experiencia con nosotros.
Espero que pronto podamos compartir alguna rodada. ¡Hasta entonces!
Saludos.
¡Nos vemos en el camino!
Hola Otra vez RomoNet.
Bien lo dices, entre los amigos de esta MRM, se siente camaradería y empieza con la familiaridad con la que nos saludamos (Guardían, Zolín, Rexx, …) y después la alegría con la que nos reunimos para compartir primero las rodadas y luego los relatos. Es un gusto el que quieras sumarte a esta comunidad.
Respecto a dejar las fornteras urbanas de la gran y hermosa ciudad de México con la Baby, podría empezar por alguna propuesta para que esa Baby urbana se amplíe a Baby Rutera.
Y, claro que debo agradecerte el que disfrutes nuestros relatos.
Saludos.
¡Nos vemos en el camino!
Hola RomoNet.
Tercer intento.
Algo pasa en esta página que no han aparecido los dos comentarios de respuesta anteriores. Veremos que pasa con este.
Primeramente, no creo que haya kilómetros gastados y menos en el D.F. Más bien son una inversión. Supongo que algunos de nosotros quisiéramos al menos 100 de esos 18000 km.
Con respecto a la camaradería, creo que es una parte importante de los amigos y compañeros de este grupo. Por supuesto que puedes sumarte en el momento en que así lo decidas.
No dudo que el valor para superar las fronteras urbanas junto con tu Baby te brinde una buena experiencia que estaremos gustosos de que compartas en este sitio.
Saludos.
¡Nos vemos en el camino!
¿Qué tal Profe?
Gracias por leer mi comentario y responderlo (3 veces jaja) ya vi que lo hizo trabajar de más el sitio.
Un saludo a todos los camaradas de MRM, a diario visito el sitio esperando haya nuevas aventuras que leer.
Y definitivamente ya ando trazando ruta para mi primer viaje, que si bien la incertidumbre de no tener un destino y mucho menos una ruta que seguir ha de ser muy agradable, para un principiante como su servidor deberá de ser lo más recomendable, entre más controlado esté todo mejor.
Lo único que me detiene es el tiempo, pero ya vienen las vacaciones, adiós oficina, adiós Outlook y vámonos…
Excelente semana!
Hola RomoNet.
Efectivamente, el sitio me jugó una broma.
Bien por tu primera salida, si la publicas, alguno podría adherirse.
Saludos.
¡Nos vemos en el camino!
De verdad que ha sido un relato super padre. Hasta parece una novela. Espero algún día poder hacer lo mismo. Muchos saludos
Hola Fernando.
Gracias por tu comentario. No es mala idea intentar una novela con los relatos de este sitio.
Saludos.
¡Nos vemos en el camino!