META lograda Suzu en San Andres Tuxtla

Mi viaje en solitario continua para leer la primera parte pícale aquí… ahora si los dejo con la aventura que viví el martes después de dejar Tecolutla.

Despierto temprano y después de un baño cargo todo mi equipaje en Suzu, me despido de los dueños del hostal y les agradezco sus atenciones, aquí el trato fue más personal que en esos hoteles exprés, con mil dudas en mente tomo camino hacia el puerto de Veracruz, pensando en que tal vez hoy pueda conocer San Andrés Tuxtla y reencontrarme con mi amigo el Doc. Si el calor me hacia desistir del intento me detendría en el puerto donde Karem me ofreció apoyo.

Cruzo el puente Tecolutla y si bien el camino está tranquilo toda la costa esmeralda esta ya saturada de turistas, camiones, carros, casas de campaña, estoy pensando en que tal vez no fue buena idea rodar en esta temporada y que tengo que estar en casa para el jueves.

El calor se vuelve insoportable y decido botar la chamarra, estoy sudando como cerdo y la temperatura ronda los 38º en el mejor de los casos. Aquí agradezco la recomendación de romano y su terquedad de promover ese accesorio llamado mochila de hidratación, antes de salir decidí hacerle caso y en mi espalda llevo una pequeña mochila con capacidad de 2 L la cual voy llenando con una mezcla motosa de agua embotellada y gatorade…GOLLL se me olvida que aun no tengo patrocinadores dejémoslo en bebida hidratante.

El camino fue sin novedad hasta el puerto, era una ruta ya conocida, cero incidentes, buen tiempo no como esa vez del convoy de la Marina, en Antigua desayuno rápidamente un par de flautas y seguimos, antes de entrar al puerto sigo las señales y tomo camino a Alvarado, buenos paisajes y muchas cosas interesantes al pie de carretera entre ellas los mentados toritos o rompope de sabores.

Buena parte del camino es rodando junto al mar un paisaje y una experiencia excelente, que puede ser hasta peligrosa por el factor distracción.

Llego a Alvarado lugar famoso a nivel nacional por su lenguaje florido…solo que de momento no me detengo aquí y sigo de largo, la carretera te muestra una postal de ensueño, ya que tienes agua de los dos lados, el mar a tu Izquierda y a la derecha el rio Papaloapan de repente un puente espectacular te permite ver la desembocadura del rio con el mar, solo lamento la falta de espacio para detenerme de forma segura.

El camino hacia San Andrés deja de ser llano para volverse montañoso, un par de buenas curvas hacen divertido este tramo y te hacen olvidar esas rectas un tanto aburridas entre granjas de tabaco.

Llego a San Andrés y lo primero que encuentro es la plaza con su iglesia, doy un pequeño tour y busco un Ciber para ubicar el domicilio del Doc, después de pedir señales un par de veces llego a su consultorio, pero como se encontraría ocupado toda la tarde decido explorar la periferia y tomo camino hacia Eyipantla.

Todo era tranquilo hasta que de repente…Intermitentes, frenazos, gritos, gente corriendo… no sé a ciencia cierta que tan grave es pero acaba de ocurrir un accidente, como puedo me voy colando entre los carros y la gente.

Una camioneta esta volteada en medio de la recta, no había explicación para tal accidente y si bien no vi que sucedió parece ser que nadie más intervino en el percance, unas personas ayudan a sacar al conductor quien con una mano destrozada debe la vida al cinturón de seguridad, extrañamente el conductor estaba bastante agresivo tirando golpes a la gente que trataba de auxiliarlo, así que si no estaba en shock seguramente venia pasado de sustancias alegres. Una patrulla venia entre la fila de carros y ya estaban también interviniendo, así que como más ayuda el que no estorba… seguí con mi camino pidiéndole al creador lo que siempre le pido: señor líbrame de los pendejos, son muchos y están en todos lados.

En Eyipantla busque donde estacionarme y después de pagar 5 pesos, tome camino por un puente colgante al mirador de la cascada, cuando deje la moto en el estacionamiento el cuidador me advirtió: “nomas que estamos en tiempo de sacas jefe y casi no lleva agua”… carajo esto es lo más sorprendente de esta tierra, hay agua por montones… no puedo imaginar el estruendo cuando de verdad lleva agua, el salto aparece en varias películas, la más famosa y polémica APOKALIPTO.

Medito y me divierto en el lugar, saludo a otro aventurero Biker quien va camino a Cancún con su esposa bordo de una Falcón, le deseo buen viaje y me encamino a comer algo ya son más de las cinco y estoy con la barriga vacía, conseguí una buena carne asada a un muy buen precio y comí abundantemente, mientras me platicaban del potencial destructor del agua en tiempo de lluvias resulta que en septiembre del año pasado tuvieron que cerrar el acceso por que el agua subió más de 10 metros arrasando con las cabañas de la zona de comidas, no imagino ver la potencia destructora de la madre naturaleza.

Me retire de Eyipantla y tome camino hacia Catemaco, por desgracia era tarde el tiempo pasa muy rápido y solo pude estar unos momentos en la laguna antes de regresar con el Doc a San Andrés.

El laboratorio de Horacio me trae buenos recuerdos, cuando el estuvo en Leon hacia mis practicas con él, en esos años donde pensé que mi futuro podría estar en ese ramo.

Horacio me pide esperarlo en lo que termina de fundir unos metales…Genial ese proceso es para mí, el más divertido y espectacular de los que se hacen en este ámbito.

Resulta que primero se modela en cera los metales de las prótesis, estos se encofran en un caso de material térmico y se meten a un horno a mas de 1000º mientras tanto se coloca metal en un crisol y con un soplete de Butano-oxigeno se comienza a calentar tanto el caso como el metal, logrando temperaturas sorprendentes.

Después de un par de minutos el Cromo-Vanadio alcanza una temperatura extrema y se vuelve líquido, los tonos rojos y naranjas hacen brillar el crisol, mientras el doc retira el caso del horno que a estas alturas ya no contiene cera y el cual brilla cubierto por pequeñas flamas, rápidamente se coloca el caso en la centrifugadora y se hace girar, la fuerza centrifuga dispara el metal liquido a los huecos que anteriormente estaban llenos de cera tomando la forma del producto modelado…fácil no, es el mismo proceso que se usa en la joyería artesanal.

El Doc me invito a cenar y no podíamos dejar de visitar una cantina tradicional, dedicamos un par de horas para ponernos al día…después de eso me retire a descansar.

Por la noche tuve dos visitantes inesperados en mi cuarto, por mas esfuerzo que hice no me anime a pisar a esta araña, en parte miedo y en parte respeto por tan fabuloso animal.

Al día siguiente me despedí del Doc y tome camino a Santiago Tuxtla para visitar la comunidad de Tres Zapotes, donde se encuentra un museo de la cultura Olmeca, lugar donde se han descubierto Cabezas colosales.

El camino es un tanto difícil por la falta de señales, aun así fui el primer visitante del día y el guardia del lugar se divertía conmigo dándome un tour y una lección de historia, hasta resulto ser Biker también y no dejaba de presumirme su súper italika 150cc que corre 160 km/h….me callo bien el tipo a pesar de sus fantasías biker.

Si bien la cabeza colosal de la venta en Tabasco es aun más grande esta no deja de sorprenderme, de hecho note que todas las cabezas colosales tienen casco, lo cual me hace pensar que estos canijos ya habían descubierto las motos en su época…bueno no es cierto según los arqueólogos eran guerreros.

De tres Zapotes esperaba más, si bien hay muchos datos en el lugar a través de cromos no hay muchas piezas de época, la cabeza colosal, la piedra del jaguar y los entierros son las piezas que hacen que valga la pena la visita, por desgracia me comentan que parte de la riqueza del lugar fue vendida a los turistas por la misma gente, ídolos que se encontraron en los sembradíos de la región terminaron en manos de coleccionistas.

Deje tres Zapotes y tome camino al puerto, donde esperaba visitar ahora si la fortaleza de San Juan de Ulúa, donde dormiría no lo sé… solo sé que voy a tratar de viajar lo mas que pueda.