Esta vez no les presento el relato de un viaje en moto, de una rodada. No. Esta ocasión trataré de narrar uno de los trayectos que más disfruto realizar en moto como viajero en un camión de pasajeros. Se trata de la carretera libre Durango – Mazatlán.
Justificación: Tenía planeado hacer este viaje por motivos personales, el cual desgraciadamente no se concretó en la fecha contemplada originalmente, pero ante la llegada de un “puente” decidí realizarlo, sólo que ya al ver horarios de salida, de puesta de sol, consejos, etc. decidí irme en transporte público y no en la DR como lo quería desde un principio.
Tal vez les extrañará leer aquí un relato de un viaje en camión, pero lo quiero mostrar como comparativo contra viajar en motocicleta y así ilustrar un poco más las diferencias que hay entre ambos.
Día 1
Son las 3:21pm del sábado y llego a la Central Camionera, de inmediato ubico mi camión, el cual es uno de clase económica de la línea de la estrella verde con fondo blanco (a partir de aquí lo nombraré pollero), se trata de un Dina F11 de finales de los 90’s (según palabras del propio operador) aunque a mi me parece más antiguo aún. Subo mi equipaje en el compartimiento inferior, abordo el pollero y de inmediato me percato del error que acabo de cometer: no soporto el olor al perfume que usan como agente limpiador y que en realidad no limpia nada, sólo embarra la mugre. Afortunadamente a los pocos segundos me acostumbro y dispongo a continuar el viaje. Son las 3:40 y el pollero apenas avanza los primeros metros para salir de la Central, siendo que el boleto indica como hora de salida las 3:30pm.
Hasta aquí el pollero va a medio cupo, pero llegando a la primera “Parada oficial” ubicada en El Saltito (en las afueras de Durango) se llena por completo, tomamos rumbo a Mazatlán y claro, a muchos de los poblados que cruzaremos en el camino. El camino hasta La Ciudad no tiene curvas tan complicadas o importantes y por lo tanto viajo relativamente cómodo y tranquilo, escuchando las agradables conversaciones de personas que en su mayoría viven en los diversos poblados de la sierra duranguense. Son conversaciones a simple vista muy simples, tratan cosas aparentemente triviales como relaciones familiares, parentescos, antiguos vecinos, animales, eventos recientes, etc. pero que para alguien que ha pasado completamente su vida en la ciudad podrían parecer cosas totalmente ajenas.
Antes de llegar a La Ciudad el pollero se detuvo en los siguientes sitios a bajar y/o subir pasaje: El Saltito, El Pino, El Soldado, Mimbres, Llano Grande, Coyotes, El Salto, Lecherías y entronque a Coscomate. Hasta la ciudad no me había bajado del pollero, pero aquí si lo hago para estirar un poco las piernas y respirar aire fresco, cosa que ya me hacía falta además de disfrutar del frío refrescante de este lugar. Son las 6:40pm y ya queda poco tiempo de sol, por lo cual las curvas más difíciles de esta carretera las afrontaremos de noche y eso me agrada, así al menos en teoría será mas seguro al tener como aviso las propias luces de los trailers que vienen de frente al invadir carril como tan frecuentemente sucede en este tramo.
Llegamos a La Ermita, última población de importancia en el estado de Durango, donde desde hace tiempo hay un retén militar en el cual nos paran los soldados, revisan la cabina, el equipaje e interrogan a algunos de los pasajeros, entre ellos a mi, que hasta me piden identificación y me preguntan por mi ocupación. La revisión transcurre sin novedad y continuamos, ahora si por las curvas en verdad importantes y muy a mi pesar con cada kilómetro que avanza me doy cuenta que el operador del pollero no conduce de una manera responsable, ya que toma las curvas a la derecha demasiado rápido siendo que no tiene visibilidad invadiendo en muchas ocasiones el carril contrario, además al alcanzar a algún vehículo más lento se le pega de manera peligrosa, dando algunas frenadas demasiado fuertes, ante lo cual muchos de los pasajeros se quejan. Algo que horas atrás me parecía grato, como es el hecho de que el operador saludaba a todos los traileros y camioneros, ahora me parece una imprudencia, ya que va más preocupado por saludar que por conducir de manera adecuada.
Cinco horas después de haber salido de Durango llegamos a El Palmito, donde el operador se dispone a tomar su cena sin indicarnos que tenemos tiempo de bajar. Desciendo del camión con la intención de recuperar el ánimo de nueva cuenta y de paso cenar algo pero esto no me es posible, el mareo a esta altura del viaje ya es demasiado y no podría comer nada. En El Palmito se encuentran diversos campamentos y hoteles donde viven algunos trabajadores de la empresa Tradeco, encargada junto con otras de construir el Puente Baluarte que formará parte de la supercarretera Durango – Mazatlán. A la hora que llegamos muchos de los trabajadores apenas van saliendo de una dura jornada, así que buscan por todos los medios pasar el domingo en sus casas con su familia o en una noche de fiesta en el puerto mazatleco, esto hace que algunos se decidan por abordar nuestro autobús, llenándolo de nueva cuenta.
En El Palmito hay muchos “motociclistas”, y lo pongo entre comillas ya que aunque andan en motocicleta ninguno trae casco, además es de noche y andan con las luces apagadas y haciendo maniobras arriesgadas (circular a exceso de velocidad, caballitos, cambios de carril sin ver ni avisar, etc.) pese a que por la carretera hay circulación de vehículos foráneos. Ya con nuestro operador satisfecho luego de cenar continuamos el camino por más curvas, para lo cual afortunadamente me quedo dormido y dejo de ver las imprudencias que seguramente continúa haciendo la persona a cargo del pollero.
Me despierto en Concordia y afortunadamente de aquí hasta Mazatlán ya casi no hay curvas, pese a esto, kilómetros mas adelante vemos que un camión que venía de frente ha golpeado a una vaca, causando su muerte y daños de consideración al vehículo. Al cruzar Villa Unión veo con gusto que un grupo de tres motociclistas sobre dos BMW’s y una Harley van por el mismo camino que nosotros. Esto me causa sentimientos encontrados, ya que me cuestiono como ellos si viajaron de noche y yo no lo hice, aunque a final de cuentas ellos van en grupo y yo lo hubiera hecho en solitario.
Ya entrando a la ciudad de Mazatlán algunos trabajadores que se subieron en El Palmito comienzan a pedirle al chofer que los baje en algún punto cercano a sus casas, a lo cual el chofer se niega ya que su destino es la Central Camionera. Aquí si tengo que defender a mi tan criticado operador del pollero ya que algunos de los trabajadores se pusieron casi a insultarlo y gritarle exigiendo que los dejara bajar, alegando que ya no traían dinero para regresarse de la central a sus casas. Finalmente el chofer accedió a bajarlos a todos en un crucero y de ahí ellos se las arreglaron como pudieron, teniendo que caminar bastantes cuadras algunos de ellos.
Llego a Mazatlán casi ocho horas después de iniciado el viaje, con el estómago revuelto y ahora si con ganas de cenar algo para poder dormir. Dejo mis cosas en el hotel que tenía reservado y salgo a cenar lo primero que encuentro en la calle, siendo una no tan buena pero bastante llenadora sincronizada con carne. Así termina el viaje de ida en el camión pollero y me dispongo a pasar dos excelentes días en Mazatlán y en compañía de Lupita, los cuales incluyeron amenas charlas, salida al cine, caminata por la playa, visita a un cementerio, etc.
Día 3
Ya para regresar el lunes, decido cambiar totalmente el rumbo del viaje, para lo cual compré un boleto en un camión ejecutivo de Transportes del Norte saliendo de Mazatlán a las 3:45pm (hora local). Llego a las 3:15pm y a los pocos minutos ya está el camión en su andén recibiendo nuestro equipaje, los primeros pasajeros comienzan a subir y 5 minutos antes de lo planeado ya estamos todos arriba y el camión inicia su no tan rápido pero constante y seguro paso que lo llevará hasta Monterrey, pasando primero por Durango.
Desafortunadamente me tocó viajar en un asiento en la parte trasera del camión, lo cual me ocasionó la única molestia en todo el viaje: soportar el ligero olor a baño que se hace presente en ésta parte de la gran mayoría de los camiones en que he viajado. Fuera de eso, a diferencia del pollero tengo grandes comodidades (asientos amplios, refrigerio, películas con sonido independiente, una conducción suave y segura que me hizo olvidar que íbamos por una carretera tan peligrosa, etc.). Como bienvenida nos proyectaron la película Wild Hogs, ícono en la cultura motociclista de la nueva generación, objeto y referencia de bromas a todo aquel motociclista que se inicia en este apasionante estilo de vida al dejar las banquetas y tomar los caminos.
Buena parte del camino de regreso la pasé dormido y no desperté sino hasta La Ciudad y a partir de ahí me pareció que llegamos rápidamente a Durango. Durante todo el camino no hubo una sola parada (sólo que hubiera sido mientras yo estaba dormido) y llegué a mi destino en 6 horas, casi dos menos que en el pollero.
Como comparativo entre los dos tipos de camiones, tengo que decir que el ejecutivo es bastante más cómodo, rápido y seguro, en cambio, el económico (lo nombré pollero porque así se le conoce coloquialmente) ofrece la posibilidad de acceder a infinidad de destinos que sin vehículo propio sería más difícil llegar y siempre habrán mas anécdotas que contar.
COMPARATIVO CAMION Vs. DR200 (o la moto de tu preferencia)
Este comparativo está pensado principalmente para aquellos que aún no tienen la dicha de salir a carretera en su moto.
1.- En el camión para bien o para mal vas acompañado de muchas personas. En moto puedes elegir entre ir sólo, acompañado por otros motociclistas o por un/a pasajero/a.
2.- En el camión soportarás el olor impregnado del propio camión, del resto de los pasajeros y algunos elementos inesperados. En la moto vas oliendo el aroma del campo, de las montañas, el mar, los cultivos, las poblaciones, comida, etc.
3.- En el camión te tienes que ajustar a las condiciones de horarios y paradas que establece la empresa/operador. En la moto te puedes detener en cualquier lugar y momento y acelerar el ritmo del viaje según tus propias decisiones.
4.- En el camión tu seguridad depende en gran medida de las habilidades y estado mental y de salud del operador, así como del estado mecánico del camión, el cual siempre es una incógnita. En la moto tu tienes el control sobre la conducción y puedes anticipar diversos peligros que se pudieran cruzar en el camino, además de que sabes cual es el estado de tu vehículo en base al mantenimiento que le has dado.
5.- Hay muchas diferencias más al viajar en motocicleta que al hacerlo en camión, pero ya dependen de apreciaciones personales y algunas pueden no ser tan favorables para el motociclista, como por ejemplo: susceptibilidad ante los fenómenos meteorológicos, ante el resto del tránsito de la carretera, relativo cansancio cuando se es novato o no se tiene una regular condición física, etc.
Como bien dice el Almighty, gracias por llegar hasta este punto del relato, cuya finalidad es mostrar algunas de las diferencias entre viajar en moto y hacerlo en autobús, para ilustrar aún mas este ejercicio se puede comparar esta experiencia con los viajes que hice en mayo y en septiembre de este año dando click sobre el mes deseado.
Nos vemos en el camino!
P.D. Encuentra este relato y todos los anteriores en http://motorutamexico.com incluyendo los de la comunidad biker.
Fin
Yeah Baby yeah…. Solo tengo algo que decir…. Somos hombres o payasos…
Primis…..
¡Ese Aarón!
Tu relato me recordó mi época de estudiante de Ingeniería en el Tec de Nuevo Laredo.
Había (¿hay?) solamente una línea camionera que hacía el viaje de Reynosa a N. Laredo, en solamente dos corridas, una temprano en la mañana, y otra a la 1pm. Y era pollero como el de tu relato. Se paraba en donde quiera, se metía a todas las ciudades y pueblitos, eran camiones viejos sin aire acondicionado, y con ventanas que a veces no abrían y con la temperatura externa a 38~40ºC, adentro era aun mas, iban llenos, con gente parada en el pasillo, y lo mejor: Para un viaje de 240 Km, hacía de 8 a 9 horas.
I feel your pain, brother…
Saludos desde Reynosa.
macnifico
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Rosilla Durango -6° psssss no quiero saber que es eso con la moto, jojojo, aquí en Toluca ya amanecimos a 3° jojo eso que tiene que ver con el post pues nada.
Ya hablando del post en mi caso me toca tomar camión guajolotero cada 8 dias(pollero está bien, pero acá son guajoloteros o guajolojets) y pues viajo unos 85km que son casi 2 hrs y eso de que haga paradas pst como molesta, lo único bueno es que puedes ir durmiendo, y pasar por caminos que has recorrido en la moto, los identificas mas y hasta se hace más ameno el trayecto, mas rápido, y aprendes a gozarlo.
Hay sábados que me quiero ir en la moto, pero luego de pensar donde la voy a dejar y que le pase algo (desde un rajada de asiento, hasta que cambie de dueños) mejor prefiero no llevarla pero es en esos días cuando veo pasar motociclistas y me arrepiento de no tomar la moto, para mi disfruto ir solo o con la banda, pero una cosa es ir a las 07:00 y otra que te toquen esas curvas de noche.
Los olores y sabores del camión son únicos, mala combinación si decides ir comiendo, mareos, nauseas de olores y la comida jojo no recomendable, cambia a un autobús de mayor precio muchas veces no es tan caro, al menos no si piensas en las situaciones que tienes que sobrepasar en los Guajolojets
La playa, bueno difícilmente le haces feo a la playa, espero recorrer esas carreteras en próximos meses y conocer esa carretera con curvas
Son fluidos los contenidos de cada uno de nosotros, desde la historia del Macnifco con sus quemaduras y la leona que se pone fresa pasando por recordar el “antes y después” de una ciudad y platicando un viaje en camión, es lo que somos, somos lo que leen y rodando nos verán, ya sea en camión, burro, moto, avión, o caminando.
Mi buen Aarón, disfrute mucho el relato… solo que esta vez falto la DR, SOMOS HOMBRES O PAYASOS.
Oye mi Mac y por que mejor vivias por la escuela jeje que 2 hrs de viaje… si que te gusta la mala vida…
Era el viaje semanal a Reynosa, lo hacíamos chavos que en realidad nunca habíamos dejado el seno familiar. A mediados de año comenzamos a ir solamente dos veces por mes, debido a lo pesado de los estudios y el viaje, y lo relativamente caro que era.
Ahora que te estoy hablando de 1970, era un México MUY distinto al actual.
Viajar en camión ahora es muy distinto. En las rutas principales te sobran opciones, desde “polleros” o “guajoloteros”, hasta los “de lujo”, que como bien han escrito, no es mucha la diferencia en precio y sí en comodidad, seguridad y tiempo.
Saludos desde Reynosa.
macnifico
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Esta re bonito la aplicacion QUOTE verdad… jojojo, solo que genero que se fuera el site por unos momentos jojojo
Que onda Macnifico, pues si, la verdad llega a ser difícil viajar en este tipo de transporte aunque durante la juventud era más sencillo y menos sufrido jaja. Me impresiona ese ritmo, 240km en 8 a 9 horas…. para morirse jaja
Afortunadamente Rosilla queda un poco lejos, ya colindando con Chihuahua… De hecho si tengo ganas de hacer una rodada en la parte mas cruda del invierno, aunque no sea hasta allá al menos si en algún lugar cercano y de preferencia por terracería, creo es menos peligroso por aquello del pavimento congelado….
Tienes razón, faltó la protagonista, faltó la DR. Pues sobre esto que mencionas la verdad el irme en ese camión fue algo así como un reto, el ver si recordaba lo que era el viajar en esas condiciones y ya el regreso si lo pude hacer en uno de “lujo”.
La carretera está buenísima como ya lo expresé en otros relatos, aunque la verdad es muy diferente recorrerla en moto o en carro a el camión. En la moto con las debidas precauciones se disfruta bastante, si no me crees preguntale a cualquiera que ya la alla recorrido jeje
Sale pues, por aquí seguimos y que bueno que se pudo recuperar el sitio y ahora está mejorado con esto del Quote que es lo que le hacía falta para casi ser un foro jeje
Hola Aarón,
Me resultaron muy certeros los puntos de diferencia que comentas respecto a los medios de transporte en las travesías, y aunque muchos de los que seguimos tu bitácora sentimos la empatía por tus mismos relatos je.
Sin duda cada tipo de viaje tiene experiencias muy interesantes, me llamó especial ateción la observación sobre la gente que coincidió contigo en “el pollero”, eso tiene esencia, inefable esencia.
Saludos cordiales =)
(Sin nombre para no abarrotar indebidamente la página je)
Hay vengo de metiche y desvirtuador, MOTORUTAMEXICO lo vamos a cambiar por alguno de los siguientes GUAJOLORUTAMEXICO (en Guanajuato tambien son Guajoloteros, aqui el termino pollero no se usa para eso)BUSRUTAMEXICO o ya de una vez si nos dan patrocinio RUTAESTRELLABLANCAMEXICO.
chale no me agan mucho caso creo que igual que alex me equivoque de pastillas.
pues la verdad los bus son mi ultima alternativa,buen viaje el que te aventaste aunque el factor de la noche sumaba mucho peligro hubieras llegado primero en la moto, claro que dependemos mas del clima, pero los “polleros” o “guajoloteros” llevan una velocidad muy similar a nuestras motos, creo que con unos faros auxiliares seria mas factible ya que a diferencia de las HDs nuestras motos tienen una luz muy pobre en carretera, sumado a que casi no nos vemos por detras, dicen que una cosa es ser temerario y otra pendejo.
nos vemos en el camino mi survivor, espero el proximo relato si sea una aventura de la DR.
Motoso, en verdad esperaba más desvirtuadas por este post, hasta eso creo no me ha ido tan mal jaja, pero bueno, el próximo si será de una rodada en la DR, eso ni dudarlo…
No me gusta arrepentirme de nada, pero ya viendo para atrás creo que no hubiera estado tan mal irme en la moto, ya abrá tiempo de intentarlo en otra ocasión…
Así empiezan los chismes: “Oí en el camión en que venía que…” 🙂
¡Juar, juar, juar! No es cierto, mi buen.
Muy interesante relato, como ya anoté en motorutamexico.com.
Saludos desde Reynosa.
macnifico
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Saludos hasta el infierno Reynosa! jeje
Excelente comparación, si es muy rico viajar en camion, en especial porque te “consientes” y no sufres los desgastes del viaje, el curveo, la intemperie y los rebases.
Puntos a favor para el camion, solamente su comodidad, pero en moto es el cuatruple de divertido, y lo mejor es que pues a donde vallas no sufres de falta de transporte.
Como dices, en moto te puedes parar, tomar fotos, ADMIRAR el paisaje, descanzar, meditar, si vas con date pues … jejeje
Y si, solo la dejo asi, la comodidad de ir en chamion es especial si es uno ejecutivo, y claro siempre y cuando en la 2a y 5 fila.
Saludos
Que tal Alx, gracias por tus comentarios, lejos de desviartuar le tomaste el objetivo a este relato jeje Sólo me queda una duda ¿Que tienen de especial la 2da y 5ta fila?
Hola mi buen Aaron como te encuentras? oye pues que buena idea la tuya de este post anti-rodada, fijate que el simple hecho de darte la oportunidad de hacer una comparativa bus-bike le da un toque de originalidad, esto lo veo de la manera en que Alex hizo su post de toluca en el antes-ahora.
Como comentario que te puedo decir que yo soy de las personas que odian viajar en autobus, el principal factor es el de que no soy yo quien conduce, el segundo factor que va lento o no se puede detener donde yo quiera y el tercer factor es que una vez llegando al destino hay que buscar otros medios de transporte para conmutar. Aunque tambien he aprendido que de vez en cuando evitar manejar subirme al bus e ir viendo una buena pelicula, escuchando musica y admirar el paisaje mientras jaime hace su trabajo también es recomfortante jejejeje 🙂
Excelente post Aaron por aqui andamos y felicidades por tu viaje a Mazatlan no tengo idea cuantas horas sean desde Qro, pero no estaria mal un fin de semana encontrarnos por alla para echar un cocteil de camaronjitos y unas miches, a seguir rodando! mi guajolotero amigo y biker!
Pues si, este post tuvo algo de originalidad pero por lo mismo sufrío algunas desvirtuadas jaja. De hecho cómo decía el motoso no es que esta página vaya a cambiar a BusRutaMexico.com o algo así jaja, pero bueno, sirvió para comparar un poco. Coincido en muchos de tus puntos de vista sobre viajar en autobús, pero en definitiva es algo para evitar en la medida de lo posible jaja
Desde Querétaro a Mazatlán tampoco se que tan lejos está, pero igual cuando te animes, la verdad si vale la pena este lugar por sí mismo, hay todo tipo de diversión jeje
Saludos y por aquí seguimos, a manera de despedida de acuerdo al post: Nos vemos en la terminal! jajajjaja